Aunque han pasado 13 años de su muerte, el mundo sigue recordando a Diana de Gales como la bella y tímida joven que logró modernizar y humanizar a la monarquía. Este primero de julio, Lady Di cumpliría 50 años, y a pesar de su ausencia, su memoria permanece viva entre los ingleses, aún más ahora cuando su carisma y frescura es comparada con la de la esposa de su hijo William, Kate Middleton.
En esta fecha conmemorativa, la revista estadounidense Newsweek publica en su portada del 4 de julio una imagen generada digitalmente con una imagen de cómo luciría la princesa Diana, y en la que aparece caminando junto a Kate Middleton.
El artículo fue escrito por Tina Brown, autora de una biografía de Diana y actual directora del semanario. '¿Cuál sería su aspecto?', se pregunta Brown en el artículo, y responde: 'Seguiría siendo hermosa, demás está decirlo'.
Reina de corazones
A pesar de ser dulce y tímida, Diana Frances Spencer era capaz de conquistar el mundo con su sonrisa. La misma que llamó la atención del príncipe Carlos de Inglaterra, el primogénito de Isabel II y de Felipe, duque de Edimburgo, que nació el 14 de noviembre de 1948. La repentina muerte de su abuelo, el rey Jorge, el 6 de febrero de 1952, convirtió a su madre Isabel, en la nueva reina de los británicos y colocó al joven príncipe en el primer puesto de la línea sucesoria al trono.
Ambos se conocieron en una partida de caza en Althorp en 1977, cuando Diana fue presentada a Carlos, quien era 12 años mayor que ella. En 1979 volvieron a encontrarse, en la residencia de verano de la Familia Real en Balmoral, Escocia. Poco tiempo después surgió el romance y en febrero de 1981, Carlos anunció su compromiso tras un discreto noviazgo con la joven de 19 años, hija menor de John Spencer, VIII conde de Spencer, y su primera esposa, Frances Ruth Burke Roche. La pareja contrajo matrimonio en la catedral de San Pablo, Londres, el 29 de julio de 1981, marcando historia con una inolvidable boda.
Aunque Diana no imaginaba que su matrimonio estaba lejos de parecer un cuento de hadas, supo imprimir un sello diferente y refrescante a la monarquía más antigua y conservadora del mundo, y con su belleza, carisma e inteligencia, se convirtió en uno de los personajes más populares y carismáticos del planeta.
Pero lo que más disfrutó fue sin duda su papel de madre. El 21 Junio 1982 dio a luz a su primogénito, William Arthur Philip Louis, el segundo en línea de sucesión, al trono de la monarquía británica.
La princesa volcó todo su amor y atención en el pequeño William, que desde siempre tuvo un increíble parecido físico con su madre, a quien lo unió un fuerte vínculo que aún hoy no ha desaparecido. Era apenas un bebé de un año cuando en 1983 realizó su primera gira real a Australia y Nueva Zelanda; una decisión que fue tomada por la princesa de Gales y que fue considerada poco convencional debido a que su hijo era demasiado pequeño.
El 15 de septiembre de 1984, la princesa dio a luz a su segundo hijo, Henry Charles Albert David. Aunque apenas tenía 23 años, Diana educó a sus hijos de una manera excepcional y nada convencional dentro de las exigencias de la realeza. Y es que ella quería que ambos tuvieran una vida normal, y se empeñó en lograrlo.
Aún en contra de la voluntad de la reina, William, quien desde su nacimiento ostenta el título de príncipe de Gales, fue criado en la medida de lo posible fuera de la burbuja real, al igual que su hermano Harry. Su madre estaba decidida a mostrar a sus hijos la 'verdadera vida', llevándoles a los parques de atracciones o incluso a los refugios de gente sin hogar que la llamada 'princesa del pueblo' apoyaba. A finales de los 80, la relación de Diana y Carlos comenzó a derrumbarse y finalmente a inicio de los años 90 el distanciamiento entre ambos era evidente. En 1992 el matrimonio se separó de hecho, lo que terminó en divorcio cuatro años después.
El 31 de agosto de 1997, la vida del príncipe William y su hermano cambió para siempre. Lady Diana, la mujer que más amaban, murió a los 36 años en un accidente en París, junto a su pareja, Dodi Al Fayed, de 42. El duelo por la muerte de la princesa Diana recorrió todo el mundo junto con la compasión por sus dos hijos, cuya imagen caminando tras el féretro de su madre, quedaría grabada para siempre en los seguidores de la reina de corazones.
