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El encanto único de Gracias, Lempira

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10/abr 2017

En nuestro recorrido por el occidente de Honduras llegamos a la ciudad de Gracias, la cuna del cacique y héroe nacional Lempira, en el departamento que lleva su mismo nombre. Esta hermosa localidad se encuentra ubicada en las faldas del Parque Nacional Celaque y posee el bosque nublado más extenso de Centro América, famoso por su gran biodiversidad de flora y fauna.

Sus senderos empinados y el impresionante cañón es el hábitat de muchas especies en peligro de extinción como el jaguar, quetzal, tapir, tucán, venado cola blanca, puma, jaguar y monos. Además posee enormes árboles centenarios cubierto de enredaderas, helechos y musgo, que le dan ese misticismo especial al lugar.

Aquí también se encuentra el cerro Las Minas en Celaque, que es el punto más alto de Honduras y tiene una altura aproximada de 2,870 metros sobre el nivel del mar, ideal para los amantes de la montaña y ecoturismo.

Lempira no solo es famoso por su exquisito casco colonial que conserva intactas construcciones de adobe y techos embelesados con techos de tejas característicos de los pueblos del interior, sino que cuenta con un centro recreativo de aguas termales a poca distancia, el famoso fuerte San Cristóbal, cerro Las Minas y la iglesia Inmaculada Concepción de San Manuel de Colohete.

La fortaleza de San Cristóbal, conformado por varios torreones de vigilancia y un cuartel de mando fue construida estratégicamente en la zona para dominar una vista de Gracias y de su valle. Y aunque el fuerte no es colonial tiene dos cañones donados por el gobierno español. En el sitio se encuentra la tumba del gobernante hondureño, Juan Lindo.

A escasos 20 kilómetros está La Campa, una pintoresca y atractiva comunidad lenca que te trasporta al pasado. Cubierta de pinos La Campa se caracteriza por un clima agradable y fresco, que invita al visitante a disfrutar de una experiencia inolvidable a través de los recorridos únicos por los senderos de montaña más atractivos que te puedes imaginar. Una gran parte de su magnífica producción de alfarería proviene de las aldeas de los alrededores, donde los habitantes de descendencia lenca imponen su estilo tradicional.

La Campa, que originalmente fue un pueblo lenca conocido como Tecauxinas, se convirtió en municipio a partir de 1921 y su nombre se deriva de los mineros que lo mencionaban como lugar para acampar.

Uno de los atractivos que ha impulsado el turismo de montaña fue la instalación del canopy más largo y alto de Centroamérica, que está compuesto por una longitud de 600 metros en su parte más larga y seis tramos por 200 metros de altura. Aquí la aventura es simplemente extrema.

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