Cuando son expuestas al sol por mucho tiempo dejan secuelas en las manos resequedad, enrojecimiento, inflamación e incluso envejecimiento prematuro. Puedes reducir la resequedad de la piel tras ser expuesta al sol hidratando y cubriendo por cinco minutos las manos con una toalla humedecida en agua tibia, Retin-A y abundante crema.
El calor activará de inmediato los ingredientes de la loción humectante. Durante el día aplica cremas anti-envejecimiento especialmente formuladas para las manos y asegúrate de usar filtro solar con un SPF mínimo de 15. Por la noche, aplica una loción reafirmante e hidratante.