La noche estaba marcada por una terrorífica tradición que "obliga" a sus invitados a disfrazarse de los personajes más temidos, divertidos y de moda. Gitanas, arlequines, magos, unicornios, Caperucita y El lobo, Harry Potter, cirqueros y brujas quienes llegaron puntuales a disfrutar de las sorpresas de 'miedo'.
Centenas de murciélagos se encontraban en la entrada principal que dirigía a cada uno de los asistentes a la terraza donde se encontraba decorada con decenas de banderines, veladoras, calaveras, manos saliendo de las tumbas y divertidos estantes desde mesas de dulces y shots. La fiesta termino hasta el amanecer esperando que el próximo año la anfitriona nuevamente los vuelva a sorprender.