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1 / 9Salir a comer a un restaurante en vacaciones puede resultar una tortura, no solo para los turistas, sino también para quienes los atienden. La cortesía y etiqueta con ellos es vital, no olvides que 'como te ven te tratan, pero como te comportas te recuerdan'. -
2 / 9Al entrar a cualquier establecimiento, salude. Generalmente deberá esperar a ser ubicado. Relájese, en horarios pico es difícil llegar y encontrar mesas vacías. No ponga de mal humor a las personas que se encuentran a su alrededor. Tenga paciencia. -
3 / 9Cuando estamos de vacaciones no hay apuro y la sobremesa es un tiempo de camaradería ideal. Sin embargo, no está bien visto hacerla muy larga cuando hay clientes esperando o cuando nos convertimos en los únicos comensales del lugar. Se debe tener tacto y sentido común. -
4 / 9Si observa gente conocida en otra mesa salude con un ademán, mantenga la distancia sobre todo si están comiendo. No aplica interrumpir, salvo que le den apertura a que se acerque. Al retirarse podrá hacerlo. -
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5 / 9Si pide el menú, siempre diríjase de buena manera y haciendo contacto visual. No son sirvientes, solo lo asisten. Las palabras mágicas son vitales ('por favor' y 'gracias'). Si aún todos los comensales de la mesa no se han decidido, pídale que regrese. -
6 / 9Antes de pedir la cuenta determine cómo se pagará. Si está solo no hay problema, pero si se encuentra acompañado, en realidad paga quien invita, salvo que se haya acordado compartir gastos. No queda bien resolverlo delante del mesero.
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7 / 9Puede ocurrir que luego de esperar y ya con apetito, llegue el plato equivocado o con algún cambio no solicitado. Muestre su malestar sin faltar el respeto. Sé que no es fácil, pero inténtelo. Además existen opciones como por ejemplo un libro de quejas que están disponible siempre, así el restaurante toma en cuenta las sugerencias. -
8 / 9Una vez sentado, el mesero se presenta. Podrá confirmar su nombre al leerlo en el uniforme. Lo ideal es llamarlo de esa manera. Nada de silbidos ni apelativos despectivos. -
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9 / 9Mientras espera su plato recuerde que está en un espacio público y social, por ende, cuidado con hablar a gritos con la persona ubicada en el extremo de la mesa, estar a las carcajadas o levantarse a cada rato. Todos en el restaurante tienen derecho a disfrutar de un momento agradable.
