Conocida desde la antigüedad, tanto para sazonar como para conservar los alimentos, la sal es un ingrediente esencial en una dieta sana y es vital para cocinar y proporcionar toda la fuerza al sabor de la comida. Conoce aquí las que no te pueden faltar.
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Sal rosada del Himalaya. Este tipo de sal es ideal para servir platillos que se consumen fríos (ensaladas, postres, helados...)
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Fleur de Sel. Es recomendable para ensaladas, cocinar vegetales, carnes a la parrilla y combinar con sabores dulces como el chocolate.
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Sal ahumada. Es usada para parrilladas o asados, especialmente para cocinar salmón. Le proporciona un rico sabor a las sopas, ensaladas pastas y emparedados.
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Sal de escamas. Brinda un sabor complejo a las verduras o mariscos al vapor.
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Sal Kosher. Se disuelve rápido y su sabor se dispersa rápidamente, por lo que los chefs recomiendan rociarla sobre todo en cerdo asado o palomitas de maíz.
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Sal marina. Propicia una explosión de sabor a los alimentos cocidos o al vapor; desde una ensalada fresca hasta un filete de salmón.
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Sal Gris. La sal gris es considerada la de mejor calidad. Se usa para cocinar, hornear, en mariscos, pescados o vegetales.