Josephine Baker fue la primera mujer afrodescendiente que protagonizó una película, Sirena de los trópicos, en 1927. Su destacada carrera como actriz se centró principalmente en su país de adopción, Francia. En 1951, Baker fue acusada de simpatías comunistas tras criticar a un reputado columnista de derechas y su trabajo fue cancelado, lo que la obligó a regresar a su país natal.
Fue incluida en una lista negra en el Hollywood afectado por el macartismo y su visado de trabajo estadounidense fue cancelado, lo que la obligó a regresar a Francia. Baker volvió a ser autorizada a entrar en el país al cabo de 10 años.