La mayor parte de todos los productos exfoliantes son hechos a base de azúcar y con el pasar de los años se ha hecho popular como uno de los mejores ingredientes para cosméticos de limpieza, ya que sus cualidades ayudan a higienizar profundamente tu delicada piel para remover las células muertas y otras impurezas que poco a poco van generando esas manchitas desagradables que a nadie le gusta tener.
Algo que si deben saber es que el azúcar se puede usar por si sólo pero lo mejor es combinarlo con otros ingredientes para que aporte aun más nutrientes a tu rostro. Una buena idea es combinarlo con pepino y hojas de menta para potenciar sus efectos.
La menta es una hierba originaria de países mediterráneos como Italia o Francia, así como Asia Central. Se compone de vitamina C, así como vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, fósforo, hierro y magnesio. Sus hojas también tienen una alta cantidad de fibra y antioxidantes.
¡Wow! Con sólo la menta ya vemos que este exfoliante será maravilloso.
El pepino cuenta con propiedades hidratantes, revitalizadoras y antioxidantes que al ser aplicadas sobre el rostro ayudan a restaurarlo y nutrirlo. Ayuda a aliviar las quemaduras del sol y también a disminuir las bolsas en los ojos.
En general este tratamiento es una fuente significativa de vitaminas A, C y E, cuya acción antioxidante ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro al combatir los radicales libres y estimular la producción de colágeno y elastina. Y por si fuera poco, está diseñado para todo tipo de pieles, ya que hidrata los rostros secos, pero también regula el exceso de producción de grasa.
INGREDIENTES:
1 pepino grande (el que se usa en las ensaladas).
2 cucharadas de hojas de menta frescas.
2½ tazas de azúcar.
4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen (en caso de piel seca)
PREPARACIóN:
-Introduce el pepino y las hojas de menta en una licuadora, y procésalos hasta obtener un puré espeso.
-Una vez esté listo, traspásalo a un recipiente e incorpora el azúcar y el aceite de oliva.
-Mezcla todo muy bien hasta obtener una crema espesa y añádele más azúcar si lo consideras necesario.
Vierte todo en un frasco de vidrio hermético y déjalo en el refrigerador hasta el momento de uso.
