Conocemos de estrategias, sistemas de juego, estadísticas, y podríamos aconsejar a cualquier cuerpo técnico. Copa América, Euro, eliminatorias: nos encanta, lo disfrutamos.
Estilo habló con dos de esas mujeres a las que tampoco hay que hablarles en 90 minutos: están concentradas y apasionadas desde que rueda el balón. Sandra Zumbado y Priscilla Saavedra son parte de este creciente porcentaje de aficionadas y conocedoras del balompié - y ni qué decir de las que lo practican a nivel amateur o profesional.
A Priscilla - profesional, esposa y mamá, de 40 años - siempre le gustaron los deportes: tennis, basket, y futbol, pero en Italia 90 nació la pasión. Desde entonces ha gritado muchos goles, y también ha sufrido.
"Nunca se me olvida cuando USA nos dejó fuera de Sudáfrica 2010. Me senté a llorar en una silla como una chiquita, desconsolada y dije- 'Nunca más, ¡ya no vuelvo a sufrir por fútbol!' - y nada, aquí sigo. Voy al estadio cada vez que puedo y grito, silbo, brinco, igual cuando veo los partidos en la casa, también me encanta reunirme con amigos para verlos. Tengo las camisetas de mis equipos, llavero, gorra y obviamente banderas. El Mundial es un evento de suprema importancia en mi casa, digamos que todo se detiene."
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Por qué línea de 4, o por qué está fallando la banda izquierda, cuál jugador ya debería ir a la banca: ellas lo saben. Pizarra o libreta en mano, tienen conocimiento técnico táctico. "Trato de leer bastante y converso con amigos que saben mucho y aman el deporte como yo, pero creo que la mejor forma de aprender es viendo los partidos y los análisis técnicos post partido son súper importantes también", apunta Priscilla.
Como buena tica, Priscilla dice que Brasil 2014 es su mejor recuerdo futbolístico, otros todavía duelen: "El famoso partido de la nieve en Denver, el cabezazo de Zidane a Materazzi en Francia 98 lo recuerdo como si fuera ayer, me impresionó mucho que perdiera los estribos de esa forma en un momento tan decisivo. ¡Pero si tuviera que escoger un momento inolvidable ¡el penal decisivo de Umaña, qué llorada!"
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Alemania es mi segundo equipo favorito porque mi esposo y mi hijo tienen sangre alemana; y Bayern Munich desde hace años es mi club. Mi hijo se llama Bastian por el #7 de la selección alemana. Me dolió mucho que se fuera al Manchester United pero sigue siendo de mis jugadores favoritos. Creo que es muy difícil elegir uno pero tal vez mencionar a algunos de los que más admiro: Andrea Pirlo, Pelé, Klose, Ronaldo (cualquiera de los dos ;) y Messi aunque me caiga mal tengo que reconocer que nació para jugar.
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Sandra lo ha vivido de cerca como periodista, pero siente que lo trae en la sangre: "Mi papá siempre fue un gran fanático de todos los deportes, de los cuales nos enseñó todo lo que pudo a sus dos hijas. No sólo verlos y disfrutarlos, sino entenderlos, analizarlos y vivirlos como debe ser, en el estadio, en el caso del futbol. Imagínate que soy modelo 74 y tengo grabado clarísimo en mi memoria el Mundial de España 82, con Paolo Rossi y sus goles que me hicieron fanática de la selección italiana desde entonces".
Sandra también es intensa a la hora de ver un partido: "A veces lloro, grito, "madreo" y sufro muchísimo, en otros casos lo veo con más frialdad, pero eso es por haber estado metida mucho en el ambiente del periodismo deportivo, donde me di cuenta que los aficionados sufrimos más de la cuenta cuando los jugadores a veces no lo viven tanto".
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A Sandra, como a Priscilla, el futbol no le parece poca cosa, ni tema ligero: lo estudia y lo analiza.
"Me siento con autoridad para hablar de muchos temas sin comentar solamente como aficionada regular, sino con antecedentes, criterio y me encanta discutir -sin pelear- sobre los deportes que me apasionan como futbol, ciclismo y beisbol. A mi esposo de hecho lo conocí por amor al futbol".
Ni les digo, el baby shower de Sandra fue de temática futbolera y todas sus amigas llegaron vestidas con camisetas de sus equipos favoritos. "¡Y si lo futbolero se hereda, mi hija se gestó en pleno Mundial 2014!" confiesa. ¡Gol, Sandra!
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Caballeros: piénsenlo bien, un date perfecto también puede ser en el estadio, o con snacks, cerveza y pantalla grande. La mayoría de las muchachas de hoy no rivalizan con sus tardes de futbol, es más, calzan perfecto en esas reuniones, el único peligro es que sus amigos las quieran más a ellas que a ustedes en esos partidos de eliminatorias o grandes finales.
