Carolina Herrera reafirma su estatus en New York con su colección primavera-verano 2018. La diseñadora venezolana apostó por una amplia paleta de vivos colores, entre los que destacaron el amarillo brillante, el morado, el lila y el rosa fuerte, vestidos muy femeninos y ajustados a la cintura con estampados sobresalieron como el must para la temporada que ha de venir.