Si pudiéramos quedarnos con uno de todos los estilismos que lució carrie en la serie, sería este. Ya que en un principio, el vestido elegido para la cabecera de era un vestido azul de Marc Jacobs con el que había desfilado la mismísima Kate Moss
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La sexta y última temporada fue la que nos dio los mejores looks. Las calles de París, la capital de la moda, inspiraron a la estilista Patricia Field para conseguir looks como este.
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Ni las flores que propone Alessandro Michele para Gucci, ni el estampado de pañuelo, ni el color lila. Ninguna de estas tendencias se han inventado esta temporada porque Carrie Bradshaw ya las había llevado antes, junto a uno de sus accesorios favoritos, el bolso Saddle de Dior.
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Durante las primeras temporadas de la serie, Carrie no se separaba de su abrigo de pelo para afrontar las bajas temperaturas de Nueva York con mucho estilo.
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Si hay un vestido que no puede faltar en esta selección es el de estampado de periódico un diseño de John Galliano para Dior que Carrie llevó en la serie y repitió en la película como un claro guiño a los comienzos del personaje.
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El vestido De princesa, con mucho tul, como todas nos hemos imaginado nuestro look ideal para la noche más romántica de nuestra vida. Y aunque para Carrie, su noche parisina no empezó del todo bien, sí que acabó con mucho amor.
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Con un corte de pelo bob y un vestido lencero, así aparecía Carrie en la fiesta de presentación de su libro que curiosamente se llamaba como la serie: Sexo en Nueva York.
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Un mix and match en toda regla. Lunares y cuadros para este outfit que hoy en día es tendencia.
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El increible look que nos recordaba a Audrey Hepburn y bailando en una hamburguesería. Si esto no es glamour, ¿qué es? Este maravilloso vestido de Oscar de la Renta nos hizo suspirar.
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Sandalias de plástico transparente. Las llevó Carrie hace 20 años y las llevamos esta temporada.