¿Y ahora quién? Paso a paso: así se elige a un nuevo Papa
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La muerte del Papa Francisco marca el inicio de uno de los procesos más tradicionales y solemnes del Vaticano: la elección de un nuevo Papa. Este procedimiento, que se realiza bajo estrictas normas y en un ambiente de total secreto, ha sido prácticamente el mismo durante siglos. Los cardenales del mundo entero se reúnen en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de San Pedro, un proceso que culmina con la esperada fumata blanca, señal de que ya hay un nuevo Sumo Pontífice. A continuación, te contamos paso a paso cómo funciona este ritual lleno de simbolismo y tradición.
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Sede vacante: el inicio de la transición
Con la muerte del Papa, se declara la sede vacante, lo que significa que el puesto de líder de la Iglesia queda oficialmente sin ocupar. Durante este periodo, todas las funciones papales quedan suspendidas, y ningún cardenal puede tomar decisiones trascendentales. La administración temporal del Vaticano recae en el Camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell.
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Cierre del aposento papal y funeral
El Camarlengo verifica oficialmente la muerte del Papa y sella su residencia. Luego, se planifican las exequias, que suelen durar nueve días (novendiales). Durante este tiempo, los fieles pueden despedirse del pontífice en la Basílica de San Pedro.
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Convocatoria al cónclave
Una vez terminado el funeral, se convoca a los cardenales del mundo menores de 80 años para participar en el cónclave, la reunión secreta donde se elegirá al nuevo Papa. Este proceso se lleva a cabo en la Capilla Sixtina y puede iniciar entre 15 y 20 días después de la muerte del pontífice.
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Juramento de secreto
Antes de comenzar las votaciones, los cardenales toman un juramento de confidencialidad absoluto. No pueden revelar nada de lo que ocurre dentro del cónclave, y cualquier violación del secreto conlleva duras sanciones.
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Las votaciones (y las famosas fumatas)
Cada día se celebran hasta cuatro rondas de votación. Para que un cardenal sea elegido Papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Después de cada votación, se quema el resultado:
-Si no hay Papa, el humo es negro.
-Si hay Papa, el humo es blanco.
La multitud en la Plaza de San Pedro espera con expectación la fumata blanca, señal de que el nuevo líder ha sido elegido.
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El “¿Aceptas?” y el nuevo nombre
Una vez que un cardenal obtiene los votos necesarios, se le pregunta: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?” Si responde que sí, se le pregunta qué nombre desea tomar. Desde ese momento, se convierte oficialmente en el nuevo Papa.
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“Habemus Papam”
Poco después, el nuevo Papa aparece en el balcón central de la Basílica de San Pedro y se pronuncian las palabras que anuncian su elección al mundo:”Habemus Papam.”El nuevo pontífice da su primera bendición apostólica: Urbi et Orbi, marcando el inicio de una nueva etapa en la historia de la Iglesia.