Un sutil aroma floral flotaba en la atmósfera del salón Madrid del hotel Clarión, donde la alegría de los invitados se fusionó con la emoción de los novios. Y es que después de largos meses de preparativos, Gustavo Adolfo Aragón y Lissi Cano protagonizaron una esperada ceremonia en la que unieron sus vidas en sagrado matrimonio. El pastor Alberto Solórzano realizo la ceremonia en la que bendijo a la pareja, inspirándolos a compartir una vida de respeto, amor y comprensión.
En la primera fila se encontraron sus orgullosos padres María Concepción viuda de Aragón: Virgilio Matute y Leticia Cano; al igual que sus padrinos Erick y Loida Aragón, quienes estuvieron muy atentos a los bellos mensajes expresados en esa esplendida noche.
La recepción continuó minutos después donde degustaron de una exquisita cena, brindis y estuvo amenizada por Cris y su orquesta. Al finalizar los novios agradecieron y se despidieron para disfrutar de su luna de miel en Nueva York.
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