El escenario para ese inolvidable día fue Hacienda, El trapiche, que lucía en todo su esplendor con paredes llenas de flores e imponentes centros de mesas que daban la bienvenida a familiares y cercanos amigos.
La fiesta comenzó con el desfile de los graduados con sus orgullosos progenitores y, minutos después, los graduados salieron del salón para entrar de nuevo, pero esta vez tomados de la mano y en una sola voz gritaron su eslogan 'Here is now, and now is where we want to be' .
Ese apenas era el comienzo de un día maravilloso lleno de recuerdos, selfies, brindis y con la promesa de mantenerse unidos por siempre.