No se puede hablar con Andrea Atala, sin hablar del Club Deportivo Motagua, del cual su padre es el actual presidente. Ese es un tema imposible de obviar, que la hace saltar de emoción. Una sonora carcajada hace eco en el salón y dice, "si no me preguntabas de mi Motagua, te mataba".
Con un entusiasmo que ha sabido controlar durante toda la entrevista exclama, "soy la hija más orgullosa que existe! Motagua es mi vida, nuestra vida…en mi casa se sufre, se llora, se respira y se ríe Motagua. Mi amor al equipo es algo inexplicable, Motagua es mi pasión, es mi vida y la de toda mi familia: la de mis papás, hermanos, tíos y primos…" Recuerda que mientras estudiaba en Boston jamás se perdió un partido del equipo al que seguía constantemente por internet, "es algo que no te puedo explicar", expresa. "Mi primo Fabián y yo, que vivíamosen la misma ciudad, siempre nos reuníamos a verlos.
Es un amor que no mucha gente puede entender, nosotros crecimos con esto, viene desde mi abuelo Pedro", dice refiriéndose a Pedro Atala Simón, uno de los grandes y primeros directivos que con su apoyo hizo crecer al equipo. Y aunque ella asegura que su espíritu la hace seguir todo tipo de deporte, también aclara que no pretende ser exagerada, pero "obvio, el fútbol lo sigo en toda la definición de la palabra.
Soy Barcelona a morir así como puedo tener afecto a muchos deportes más como es el caso del basketball y esto es porque crecí alrededor de un papá que es amante del deporte, sin dejar atrás a mis tíos y primos.Sencillamente es una obsesión familiar".
Exitoso, lleno de triunfos, así podemos imaginar el futuro de Andrea Atala, quien terminó con una sonrisa esa larga jornada detrás del lente a través del que redescubrimos todos su encanto, su alegría de vivir.
