Desde muy temprano, la residencia del embajador estadounidense Hugo Llorens y su esposa Lisett, se encontraba lista para recibir a centenares de invitados a la celebración del 235 aniversario de la independencia de su país.
Como es tradición, las banderas de los 50 estados brindaron la bienvenida a los asistentes, así como elementos propios de New York, que se incorporaron a la celebración como un detalle por la despedida a Hugo Llorens, quien nació en esa ciudad.
El icono de la metrópoli: la estatua de La Libertad, así como señalizaciones de calles emblemáticas, se contemplaban entre los jardines de la casa.
Al arribo del mandatario Porfirio Lobo Sosa y la primera dama, Rosa Elena Lobo, siguió la entonación de los himnos nacionales de Honduras, por la contralto Jessica Sabonge y, el de Estados Unidos, a cargo de Maya Azucena, quien durante el almuerzo ofrecido a los invitados, también amenizó con su banda.
Luego de los discursos protocolarios, la esposa del embajador de Estados Unidos entonó el happy b-day ante un pastel con la forma de la ciudad que nunca duerme. Después, invitó a los presentes a disfrutar del almuerzo a base de las diferentes comidas rápidas, platos gourmet y cocteles; propios de la cultura norteamericana.