Luego de la ceremonia religiosa, la recepción nupcial comenzó oficialmente bajo un tent oversize blanco, instalado en los jardines de la hacienda, y donde Alexandra Lockmer recreó una atmósfera que evocaba la campiña francesa. Exuberantes arreglos colgantes, velas y pequeñas luces que simulaban luciérnagas se complementaron al máximo con los detalles de ratán y bambú, y los impecables manteles de algodón y lino crudo que vestían las mesas.
Natalia y Ricardo disfrutaron cada minuto de la espléndida fiesta que incluyó fuegos pirotécnicos, un exquisito menú, la participación musical de Jorge Torres, DJ Juan José Mejía y DJ Base, así como un baile de carnaval, al que se unieron entusiastas todos los invitados. Al amanecer, los recién casados se despidieron para partir a su luna de miel que disfrutaron en distintas ciudades de Brasil y Argentina.