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El Estilo de Kevin Johansen

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Antes de su show en San José, conversé con un tipo cuyo estilo es único. Desde el vestir, el cantar, el componer, el reír. No se parece a nadie, no se encasilla en ningún género. Sobre su nuevo disco, su forma de ser, su banda, habló con Estilo.

12/jul 2016

San José, Costa Rica

Con esa voz que acaricia, ese tremendo don de gente, un carisma, un magnetismo que hace que te caiga bien instantáneamente, este porteño nacido en Alaska, que canta en inglés o español, según le dé la gana, que tiene un juego de palabras a flor de labios a la esquina de cualquier respuesta, vino por segunda vez a San José. Su nuevo disco con The Nada, se llama "Mis Américas", pero reconoce que de la nuestra, de esta pequeña cintura de América, conoce poquito.

Se llama Kevin Johansen, anda henchido de orgullo porque su nuevo disco salió como él quería. Y porque su hija mayor, Miranda, via whatsapp, le dijo "soy fan de Mis Américas". Y como a cualquier papá moderno, esos detalles lo derriten.

A nosotros nos derrite su música. Tango, milonga, cumbia, espanglish espontáneo: Estilo habló con Kevin Johansen antes de su concierto en San José.

¿Qué idea tenías de Costa Rica, antes de venir hace dos años?

Hace muchos años, viviendo en Nueva York, nos encontramos en un bar con este actor, Woody Harrelson, y conversó conmigo; no hizo más que hablar de Costa Rica. Habló por horas de Costa Rica, "si van a ir a un lugar a vivir, que sea ahí". Me quedó una idea de paraíso. No sabía que hablaban de "vos", hay pocos lugares, solo en un lugar de Colombia, y aquí, es raro,…

Sos un artista importante y famoso, pero ¿sabés qué es bueno? Que si te dejo ahora mismo en la Avenida Central, ¡nadie te va a molestar!

Los artistas empezamos queriendo ser "unanimous", y luego "anonimous". (ríe) Yo disfruto más la conexión, no soy un movie star.

Qué bueno, porque así no dejás de tener los pies en la tierra, seguís siendo un papá cercano, un amigo relajado…

… un amante querendón…

No hay duda de que tu sentido del humor y tus juegos de palabras son parte de lo que nos engancha a tus canciones. ¿Cómo adquiriste ese talento?

Tengo un humor para reírme de mí mismo, y porque me tocó una madre que era licenciada en filosofía y letras, hablaba 7 u 8 idiomas hasta el final de sus días, y siempre machacaba mucho sobre las palabras, uno como hijo tenía el desafío de hacerla reír con un juego de palabras. Yo tuve ese beneficio, la madre fue súper importante, y a la vez super melómana, escuchaba música de toda Latinoamérica. Nos nutrió a mí y a mi hermana menor, de cariño a través de la cultura: lean, tomen, escuchen, vean.

Viajás con tus músicos, un grupo de muchachos, todos hombres. Debe haber una hermandad bonita entre ustedes.

Sí hay como una necesidad de calidez, de familiaridad. No sé, de celebrar las diferencias entre nosotros también. Cada uno retrocede según su ciclo, pero es lindo tener esta confianza, una confianza de 15 años con los The Nada. Me he reencontrado con ellos de nuevo. Grabar con ellos, hacer una mancomunión, nos encuentra en buen momento este disco.

¿Qué tal sentís "Mis América", tu nuevo disco? Con The Nada.

Este disco ha tenido una receptividad maravillosa. Me emociona hacer un disco, que mis canciones estén en el aire que las tomen quien quiera. Que no solo el público que te sigue lo aprecie, sino que uno tiene el deber y ojalá la suerte, de despertar al desprevenido. Que le guste a alguien nuevo "ah, mirá, me habían hablado de este tipo, que es argentino pero no"…

… el tipo que canta "Guacamole". ¡Qué canción!

Es una esencia muy The Nada: habla desde la música, sonoridades, palabras, comida, mujeres, países, fútbol; una anticanción que era necesaria en ese momento. Hasta el día de hoy en Australia o Costa Rica, hay gente que grita para que la cante. Nunca pensé que generaría un fanatismo tal.



El baile para mí es la máxima expresión de conexión que pueda tener alguien con la música, así que si los veo bailar, estoy haciendo mi trabajo.

¿Qué te gusta tanto de este disco?

Tiene un runrún grande… las primeras reacciones, cuando músicos exigentes muy conocidos te escriben y te dicen que les gusta, decís "está pasando algo". Pero es que tener en un disco a Palito Ortega, Marcos Mundstock, para mí es como tocar con los Rolling Stones, como un gol de media cancha… qué suerte que me dijeron que sí, Ricardo Mollo, Arnaldo Antunes, Macha Asenjo. Y en general me gusta lo que dice el disco. Dije muchas cosas que quería decir. De lo profundo a lo irónico, todo.



Solo conoce Costa Rica y Guatemala, ha cantado invitado por Gaby Moreno, en Antigua. Pero quedamos con el compromiso de que regrese, con o sin The Nada, unos tres o cuatro días solo para dejarlo puesto en la Avenida Central, para que se empape del sentimiento josefino.

Nos encantan los tipos como Kevin. O bueno, a mí. No le sacás las palabras con cuchara, hace la música que quiere. Baila, canta, disfruta a sus hijos de cerca o de lejos, se siente "cosmopolatino", más que cosmopolita. ¿Y a quién no le atrae un hombre inteligente que juegue bien con el humor y las palabras?

Kevin, te queda Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá, para que abracés la cinturita de América. "Oh, what a waist!" Qué cintura. Este 12 de julio, quiere verlos gozar a todos en el JazzCafé de Escazú, él, su guitarra, sus muchachos de The Nada, sus 15 canciones nuevas. El Estilo de Kevin, es único. Clónenlo. Ya dije.

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