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Cuando en 1982, los periódicos, radios y televisoras anunciaron la muerte de Grace Kelly, el mundo siguió con asombro y tristeza la partida de una leyenda.
No solamente había conquistado Hollywood en cinco años, sino que además se había convertido en una de las princesas más queridas y había hecho de Mónaco un lugar respetable a visitar. Con el estreno del bio-pic Grace of Monaco, protagonizado por Nicole Kidman, que abrió en el mes de mayo la 67ª edición del Festival de Cannes, su vida y legado vuelven a ser motivo de inspiración.
Sus inicios en Hollywood fueron en 1952, cuando hizo una prueba de cámara para el film Taxi en un estudio que más parecía un granero que un set. La actriz no consiguió el papel pero vaya que se robó el corazón del director Gregory Ratoff, quien no dudó en recomendarla a John Ford en MGM, quien la contrató meses después para filmar Mogambo junto a grandes de la época como Clark Gable y Ava Gardner.
Para 1953 ya había llamado la atención del maestro del suspenso Alfred Hitchcock, quien la quería fichar para Dial M for Murder, y a la que rápidamente sucedieron otros filmes como Rear Window y To Catch a Thief.
La carrera de Kelly fue corta pero productiva. En cinco años, la actriz filmó un total de once películas, de las cuales seis son consideradas por los conocedores como tesoros del cine. Entre 1950 y 1954, Kelly protagonizó más de 35 dramas de televisión y también incursionó en el teatro.
Pero fue su participación en el icónico Festival de Cine de Cannes en 1955 el que marcaría su vida para siempre. Durante la décima edición del festival, la joven Grace fue invitada a conocer al príncipe Rainiero de Mónaco. Su penúltima película, The Swan, en la que interpretaba a una joven princesa europea, fue un preludio de lo que sería su vida y fue justo al finalizar la filmación en diciembre cuando el príncipe Rainiero viajó hasta Filadelfia y le propuso matrimonio. Kelly aceptó y su familia acordó pagar dos millones de dólares por concepto de dote. Iniciando así, los preparativos del enlace que sería conocido como "la boda del siglo".
Sin embargo, en la última película que protagonizaría High Society, Grace supo lo que le esperaba en Mónaco cuando su futuro esposo, enfurecido por la escena en la que Frank Sinatra la llevaba en brazos, decidió prohibir la exhibición de cualquiera de sus películas en el principado. Nada de esto pareció molestar a Kelly y si lo hizo lo manejo de forma muy privada.
La pareja continuó mostrándose enamorada y el 19 de abril de 1956, se dieron el sí quiero en la iglesia de San Nicólas. La boda de cuento de hadas, fue filmada y exhibida por MGM en Estados Unidos, como parte del acuerdo para rescindir el contrato de siete años que Grace mantenía con el estudio.
DETRáS DE GRACE OF MONACO
Con el paso de los años, el brillo de su nombre, su fama, su frescura y la franqueza de su mirada no han hecho más que ganar popularidad y esto se ve reflejado en la emotividad que ha despertado en el público el bio-pic Grace of Monaco.
Protagonizado por Nicole Kidman en el papel de Grace y Tim Roth como Rainiero, la película fue filmada por Olivier Dahan, director de La Vie en Rose y cuenta con un guión de Arash Amel (Erased). El reparto lo completan Frank Langella, Parker Posey, Derek Jacobi y la española Paz Vega, en la piel de Maria Callas.
La historia está ambientada entre diciembre de 1961 y noviembre de 1962 cuando la artista, ya retirada del estrellato cinematográfico, siente nostalgia por su carrera y rechaza nuevas ofertas de Hollywood ante la opinión de Rainiero y los monegascos, que consideran inconcebible que retome su carrera como actriz en Estados Unidos. Sin embargo este enfoque ha despertado una serie de resquemores en el principado.
POLéMICA POR LA OPOSICIóN DE LOS GRIMALDI
La familia real monegasca no ha dudado en expresar su desacuerdo por el estreno de la película y es que los hijos de Grace ven en el filme desapego a la realidad, exceso de glam y un envilecimiento hacia la figura del príncipe Rainiero III de Mónaco.
La familia tras leer el guión y no obtener respuesta sobre los cambios que solicitaban, subrayó que la "película no constituye en modo alguno un biopic. Se relata una página, reescrita e innecesariamente ‘glamourizada’ de la historia del Principado de Mónaco y la Familia Real con grandes inexactitudes históricas y una serie de escenas puramente ficticias".
El New York Post señaló, "el príncipe Alberto está furioso. Cree que la cinta ensalza a Grace, mientras que el príncipe Rainiero aparece como un personaje débil y celoso hacia su mujer. Considera que envilece a su padre". Como reacción a los malentendidos provocados por el guión y la filmación, Alberto, Carolina y Estefanía acabaron por desen-tenderse de la biografía y decidieron no asistir a la ceremonia de apertura del Festival de Cine de Cannes.
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