Figura familiar de Saint-Germain-des-Près, donde estableció su principal boutique, la inventora de la 'démode' (un estilo sin complejos en el que cada persona adapta la moda a su personalidad), nacida como Sonia Flis en París el 25 de mayo de 1930, debutó en el sector por casualidad.
Cuando se embarazó, no encontró prendas a su gusto, por lo que empezó a crear vestidos y suéters ceñidos, vendidos en la tienda de su marido, en el distinguido distrito XVI de París. El jersey tuvo un éxito inmediato y llegó a la portada de la revista Elle: las mujeres se peleaban por llevarse uno.
Sonia abrió su primera boutique en el 68 y a pesar de sus dudas sobre lo que estaba haciendo, comenzó una carrera que marcaría épocas.
Tras una década de dudas, Rykiel decidió apostar por el mundo de la moda. lejos de las tendencias, que ella concebía para una mujer activa, interesada por la actualidad mundial, 'más bien intelectual' y libre, como las mujeres que en los años 70 acababan de tirar sus sujetadores y proclamar alto y fuerte que su cuerpo les pertenecía.
Fue Rykiel quien lanzó las costuras aparentes, el fin del dobladillo. Hizo del negro el color de la feminidad y la seducción, y convirtió en célebres sus jerséis de rayas multicolores, decorando sus prendas con motivos o palabras en lentejuelas.
El mundo de la moda rindió homenaje este jueves al 'trabajo revolucionario' de Rykiel, según el diseñador Jean-Paul Gaultier. 'Encarnó un feminismo moderno con un militantismo sensual muy impactante', añadió el creador Jean-Charles de Castelbajac.
En noviembre de 2013, Sonia Rykiel recibió de manos de François Hollande la insignia de Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito. 'Inventó no solo una moda, sino una actitud, una manera de vivir y de ser, de ofrecer a las mujeres libertad de movimiento', la despidió este jueves el presidente francés.