Las campanas del templo empezaron a repicar una y otra vez anunciando que el día más especial en las vidas de Alia Kafati y Christian Castillo había llegado. Fue una ceremonia clásica, que puso sello final a una historia de amor que comenzó nueve meses atrás y que culminó frente al altar del templo San Juan Bosco, donde Cristian, vestido con un impecable frac, esperaba ansioso a la novia, acompañado de su best man, Edgardo Castillo.
Una discreta decoración en verde imperaba en el templo decorado con amarantus, candelabros blancos y cintas verdes que dieron la bienvenida a los centenares de invitados. A las cinco en punto, la radiante novia bajó de un antiguo Packard 1940, vestida en un elegante diseño de corte romántico de Manuel Mota, elaborado en encaje y complementado con una larga mantilla española. Alia desfiló hacia el altar del brazo de sus hermanos, óscar Enrique y Víctor Kafati. El sacerdote Gregorio Rodríguez, quien viajó exclusivamente desde Colombia, comenzó el servicio religioso mientras la novia apoyaba su mano izquierda sobre su prometido.
UNIDOS EN MATRIMONIO
La ceremonia se ofició entre cantos sacros y hermosas lecturas, a cargo de Dina Mena, Edgardo Castillo, Inés Zablah, Karine, Nicole y Stephanie Niño. El momento más emotivo llegó cuando Alia y Christian fueron declarados esposos, ante la emoción de sus padres; Nadia Kafati y Edgardo y Florencia Castillo. Luego, los recién casados abandonaron el templo, para protagonizar una esperada recepción.
COMIENZA LA FIESTA
A su llegada al hotel Plaza Juan Carlos, los invitados fueron recibidos por el valet parking para luego ingresar al Centro de Convenciones, donde firmaron el libro de recuerdos colocado sobre una elegante mesa decorada con caramelos de cristal y velas flotantes. Los ritmos de una banda de jazz flotaban en el ambiente iluminado con miles de veladoras y árboles que daban la sensación de un pequeño bosque encantado. Las mesas lucían elegantes, con bases de cristal con arreglos de ramas y orquídeas cymbidium. Como un toque personalizado, las servilletas se decoraron con dulces con sabor a menta y en cada plato se colocaron fortune cookies decoradas en forma de tuxedo
DETALLES
Un delicado pastel elaborado por Vicky Motz, rodeado de un pequeño bosque de orquídeas con una cascada como fondo, acentuó el elegante ambiente. Para abrir el baile, Alia y Cristian eligieron la melodía Enrédame, del colombiano Fonseca.
