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Nuestra carta de despedida para Michelle Obama

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La primera dama estadounidense más querida y carismática de las últimas décadas deja un dulce sabor de boca, una huella indeleble, un ejemplo de cómo puedes lograr lo que sueñas. Aquí, en el corazón de América también la extrañaremos, por eso a unas horas de la sucesión, le ofrecemos nuestra carta de despedida. Hasta siempre Michelle!

19/ene 2017

Querida Michelle:

"Four more years…"

Sí, cuatro años más, y cuando la gente lo coreaba, no lo decía solo por su él. Muchos, muchísimos queríamos 4 años más por usted. Porque conocerla ha sido un enorme gusto, y de verdad la vamos a extrañar.

¿Por qué me hará falta usted, si no es "mi" Primera Dama? No se imagina cuánto ha influido en mí, en mi generación, y en mujeres de todas las edades y condiciones de todo el planeta.

Foto: Revista Estilo

Jovial, juvenil, elocuente, sensible y firme a la vez. Prudente, pero directa: única, Michelle Obama, tan imponente como el hombre que la llevó al altar y a la Casa Blanca.

En su último discurso, cuando juntó sus manos y habló a esos estudiantes, sentí que tragaba fuerte con usted: se sentía en sus palabras la emoción. Tanto entregó de sí misma, como tanto recibió de la gente que se le acercó por esa calidez suya. Es el tipo de persona que inspira confianza porque se nota sincera.

Foto: Revista Estilo

Fue transparente, al demostrar como esposa y madre que el ejemplo arrastra más que las palabras: dudo que Sasha y Malia hubiesen superado con tanto éxito estos 8 años en el ojo público sin el respaldo de esa madre que supo manejar la "fama" y la responsabilidad de su cargo con tanta sabiduría.

Y qué decir de Barack - perdóneme la confianza - de lo tranquilo que podría estar cualquier líder si a su lado camina una figura femenina como la suya, legitimando su visión y siendo esa aliada que en lo personal y lo oficial, lo podía acuerpar con solo un guiño.

Foto: Revista Estilo

Lo de ser bonita, elegante e interesante, eso se trae o no se trae, y a usted le sobra: pero gracias por no quedarse solo con ese rol decorativo, que a las mujeres de hoy ya no nos basta.

Gracias por lucir siempre impecable. Nunca sobrepasó el límite cuando se trataba de verse hermosa, sensual y femenina. También logró verse divertida, cómoda, y casual. "Ah, esta Michelle luce bien lo mismo en Versace, que en jeans, flats, de cabello recogido, con joyas o sin ellas."

Foto: Revista Estilo

Gracias por demostrar que una primera dama tiene voz, carácter, chispa, poder e influencia para reforzar las tareas más delicadas de la labor de un Presidente.

Se reconoció la talla de su carácter, cuando en vez de contestar a los exabruptos, nos dejó una frase para la vida: "When they go low, we go high". Nunca lo voy a olvidar.

A sus 53 años, Michelle, para mí será siempre una señora/muchacha. El trato de "señora", es por respeto, por supuesto. Pero con su espíritu y su manera de ser, creo que usted siendo una muchacha, una que hace push ups, juega baloncesto, baila, canta, y tiene un sentido del humor muy fino.

Para simpatizar con usted no hay que ser ni de derecha ni de izquierda: es una cuestión de valores. Sencillamente, valores.

Foto: Revista Estilo

Gracias por llorar, por bailar, por ser auténtica. Por darse permiso de mostrar sus emociones. Por sus discursos, por lo guapa que se vio hoy, ayer, antier, y por esa complicidad con Barack…

¿sabe algo? Ambos nos han puesto una nueva meta, muy ambiciosa, pero vale la pena: muchas ahora decimos "Yo quiero un Barack… y para eso, lo sé, debo ser muy Michelle." Es decir: muy segura, muy preparada, muy comprometida, muy valiente, enfocada y entusiasta.

Mis amigas Marifer, Flo y yo hablamos mucho sobre usted., nos encantaría tomar juntas, las cuatro un café, comentar las noticias,… sentimos que podría ser es esa amiga divertida con la que podríamos ir de shopping, al gimnasio o simplemente ver una película juntas cualquier viernes por la noche, comiendo helado.

No nos cansamos de usted, por eso cuando tantas nos sentimos defraudadas, golpeadas y derrotadas por la realidad esa triste mañana del 9 de noviembre, pensamos: "Hey: si Hillary no pudo, ojalá Michelle sí".

Foto: Revista Estilo

Pero estamos conscientes de que ahora se merece su espacio con él, juntos en la playa sin fotógrafos; y con sus hijas, viendo tele, juntas sin pensar en la agenda del día siguiente. Merece tiempo suyo, solo para usted.

Nada más le pido, por favor piénselo… tal vez más adelante quiera volver al servicio de su país, a una vida pública en esa enorme Casa Blanca, o fuera de ella.

Y de ser así, cuente conmigo. Usted es esa mujer con la que estoy segura que daría gusto trabajar, mano a mano.

Foto: Revista Estilo

No solo hizo orgullosos a sus compatriotas, quiero que sepa que yo, sin ser madre, sin ser esposa, sin ser política, sin ser estadounidense, me siento profundamente orgullosa de saber que existe una Michelle Obama, que me inspira a ponerle una gran sonrisa al futuro, y crearlo sin miedo.

Las niñas y mujeres del mundo ahora tenemos en usted un ejemplo de cómo el poder puede ser instrumento para el bien, porque es "cool" ser buena persona.

Mire qué lejos y qué tan profundo ha calado su mensaje, el de esa muchacha del sur de Chicago que ha tocado millones alrededor del mundo. Siéntase orgullosa de estos ocho años, y sepa que la vamos a extrañar. La estaremos esperando. Para cantar en el carro, para soñar en grande.

Foto: Revista Estilo

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