La nieta de Isabel II lució radiante con un vestido de manga larga bordado, que incorporaba flores en honor al Reino Unido y su familia, este fue diseñado por Peter Pilotto y Christopher de Vos. Pero lo que más ha impactado de esta prenda es que la princesa ha querido mostrar su cicatriz la cual tiene por su lucha contra la escoliosis.
Aunque es tradición que las novias usen velo, Eugenia decidió omitirlo para simplemente mostrar la valiosa tiara de diamantes y esmeraldas que lució, esta pertenece al cofre de joyas de la Reina Isabel II.
Desde temprano los invitados empezaron a llegar al castillo, entre ellos se encuentran varias celebridades y parte de la realeza, todos estaban ansiosos por la entrada de Eugenia de York, novena en la línea de sucesión al trono británico, quien entró en la capilla de San Jorge del brazo de su padre, el Príncipe Andrés y con la comitiva infantil de pajes encabezada por los hijos mayores de los duques de Cambridge, el Príncipe Jorge y la Princesa Carlota.
La ceremonia duró menos de una hora, luego los 800 invitados asistieron a la comida ofrecida por la reina Isabel en el castillo de Windsor y por la noche irán a la fiesta en Royal Lodge, la residencia del príncipe Andres, en la hacienda real de Windsor, aunque este es un festejo privado.
