Si tienes curiosidad de conocer cuáles son las peores comidas del mundo, aquí te contamos un poco de la lista que compartió Taste Atlas, la guía gastronómica que califica las recetas, las bebidas y los platos populares de todos los países. Este año, una de nuestras comidas apareció en el listado: la Sopa de Caracol. A continuación, tendrás la valoración que le dio la institución a este delicioso manjar que disfrutamos los hondureños.
Sopa de Caracol
La Sopa de Caracol no solo es un platillo famoso en el país, también refleja nuestra cultura y gusto por la comida; la preferimos cuando vamos a las zonas costeras a disfrutar del verano. Para nosotros este plato es una delicia, con todo el sentido de la palabra. Sin embargo, los críticos han compartido su sincera opinión al respecto.
Pero antes de revelarte la puntuación exacta que le han dado, primero hablemos de los ingredientes que lleva la Sopa de Caracol: el caldo está hecho de condimentos, leche de coco, acompañado de yuca, plátano, cilantro, ajo y chile, además, de su componente principal, el caracol. De hecho, puedes comer esta comida en el Caribe, como en las Bahamas y Jamaica.
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Claramente puede que no nos parezca la calificación a esta comida, pero Taste Atlas reúne a los mejores gastronómicos para juzgar con fundamento los platos. Bueno, con 2.4 sobre 5 han puntuado este plato, y se posiciona en el lugar número 13 de los peores platillos del mundo.
Reacción de los hondureños
Como era de esperarse, los hondureños no se quedaron callados y expresaron en las redes sociales su indignación. “¿Por qué mi país está en el número 13? ¿Qué tienen en contra de la sopa de caracol?”, escribió un usuario en Twitter.
“¿Qué? ¿Cómo la sopa de caracol está en esta lista si es una delicia?”, manifestó molesto otro internauta.
El peor plato del mundo
Y en la posición número uno de esta lista se encuentra el Hakarl, esta comida pertenece a Islandia y puede comerse de dos formas: el glerhákarl rojizo (masticable) y el skyhárkarl blanco (tierno). Es muy popular en el país que los nativos lo consideran un manjar. Pero solo los que son fuertes del estómago pueden soportarlo, porque es alto en amoníaco y puede producir acidez y náuseas a las personas que lo comen.
El Hakarl está elaborado a base de carne de tiburón curada, que debe fermentarse máximo tres meses. Posterior a ello, se cuelga para que se pueda secar máximo de cuatro o cinco meses; cuando está lista, se corta en cubos y se sirve en palillos para acompañarse con licor local llamado Brennivin. Tuvo una puntuación de 1.7 de 5 y, claramente, se posicionó en el puesto número uno del ranking.
