Baby, baby, baby, ¡oh!
La película de ciencia ficción que habla de inteligencia artificial y cuesta menos de 100 millones de dólares llega hoy a los cines hondureños.
Gareth Edwards, director del filme, cree que las películas de gran éxito no necesitan un presupuesto de 300 millones de dólares. Definitivamente él es el sueño de cualquier estudio de cine. Tenía experiencia en éxitos de taquilla de gran presupuesto en el pasado y estaba seguro de que había una forma mejor y más frugal de hacer una película épica.
Todo comienza con Monsters, su película independiente de 2010 sobre una pareja que intenta escapar de una invasión extraterrestre. Edwards operó con un equipo mínimo y operó la cámara solo, luego creó los 250 efectos visuales él mismo en casa.
Ese era un sentimiento que quería replicar al filmar The Creator, que, si bien tiene una historia épica, con tomas amplias y efectos visuales asombrosos, no debería requerir cientos de miembros del equipo para filmarla. Y eso significó reducir la escala por el bien del proyecto.
Así que Edwards se asoció con el director de fotografía Greig Fraser, con quien había colaborado en Rogue One: Una historia de Star Wars, para encontrar una manera de reducir todo en la producción a lo más básico y permitir que el equipo creara más. soluciones creativas en lugar de seguir un proceso mecánico y costoso. Fraser abandonó el proyecto en preproducción debido a un problema de programación y fue reemplazado por Oren Seffer, pero sus conversaciones con Edwards fueron impactantes.
Para lograr su objetivo, Edwards impuso una serie de restricciones económicas. Optó por renunciar a la construcción de decorados elaborados y, en cambio, optó por filmar en localizaciones de la vida real. Para crear escenarios expansivos de ciencia ficción, se basó en efectos visuales para transformar estos escenarios reales. Los actores encargados de representar robots o “simuladores” de IA enfrentaron desafíos mínimos al encarnar sus personajes digitales. No tenían trajes de captura de movimiento, puntos en la cara, los efectos simplemente se agregaron más tarde.
Sin embargo, el aspecto más sorprendente de la película es la cámara. Si bien hubo especulaciones de antemano, imágenes recientes detrás de escena de la película mostraron que se filmó principalmente con una cámara Sony FX3. Además, el propio Edwards confirmó en SDCC a principios de este año que había filmado la película usando una cámara sin espejo de fotograma completo que se puede comprar en Best Buy, pero que brindará calidad cinematográfica en resolución IMAX.
“Lo más emocionante es que realmente no necesitas mucho dinero para hacer una película que parezca que tienes mucho dinero”, concluye Edwards. “Pase lo que pase, puedo volver a hacer algo como Monsters. Esa fue una de las experiencias más felices que he tenido. Así que incluso el peor de los casos es bastante bueno”.
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