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Christmas is coming

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La fiesta más importante del año está a la vuelta de la esquina y el mundo se prepara para vivirla al máximo. Desfiles, fiestas, tradiciones y mucha diversión te esperan en las capitales de la navidad, cuatro ciudades donde el espíritu de esta temporada se siente en cada una de sus calles y que puedes considerar como excelentes opciones si estás pensando pasar esta festividad fuera de casa

29/nov 2011

Cuando el calendario marca las últimas semanas del año, París honra más que nunca su título de Ciudad luz. Durante la Navidad, todo es fiesta en la capital francesa. La Avenida de los Campos Elíseos, considerada por sus habitantes como la más bella del mundo, luce completamente iluminada por luces blancas y se convierte en el escenario perfecto para una caminata romántica mientras te acercas poco a poco al espectacular Arco del triunfo. Para comprar los regalos o vivir el sueño de compras en París, nada mejor que durante la Navidad, cuando las tiendas emblemáticas de la ciudad no solo ofrecen grandes descuentos sino que además se unen a la fiesta. Coloridas luces navideñas y escaparates con montajes decorativos adornan los grandes almacenes como Galerías Lafayette, Printemps y Le Bon Marche.

Las pistas de patinaje sobre hielo, otras de sus grandes atracciones, son instaladas ante la impresionante fachada del ayuntamiento del cuarto distrito de París, cerca de la Torre Eiffel y en la zona del Trocadero. Uno de los puntos que reúne a mayor número de visitantes y citadinos, incluso en esta estación del año, es precisamente la torre Eiffel. Para estos días, el gobierno local prepara la instalación de una gigantesca pista de patinaje en suspensión en la primera planta de la Torre y, además, la dama de hierro alberga el montaje "la cabeza al revés", que consiste en un pino navideño invertido de 25 metros de longitud ubicado entre la primera y la segunda planta de la torre. La instalación incluye un efecto espejo con un pino de igual longitud recreado virtualmente con luces y sonidos. Paralelamente, en la torre se instala un laberinto compuesto por pinos que forman un bosque de ochenta metros de longitud, en cuyo recorrido encontrarás
cómicos, bailarines y otros artistas.

La celebración católica de Navidad tiene lugar en la catedral de Notre Dame, su principal templo, con la tradicional misa de gallo y varios servicios religiosos. Fuera de París, destacan los mercados de Navidad del noreste de Francia, en especial el de Estrasburgo, una ciudad ubicada a 20 kilómetros de la frontera francoalemana, donde se ofrecen artículos, dulces decorativos y otros productos como vino caliente y salchichas. Si tienes suerte y está nevando, puedes aprovechar para visitar unos días los Alpes franceses y disfrutar de los deportes de invierno que se practican en la zona.En Estados Unidos, también saben como celebrar la Navidad. Durante noviembre y diciembre la Gran Manzana se adorna con luces navideñas y tradicionales eventos que han marcado a esta ciudad como uno de los clásicos lugares a donde se debe ir en las festividades. La temporada oficial de la Navidad en Nueva York comienza con el tradicional desfile de Acción de Gracias de la tienda Macy’s. Decenas de carrozas con los más famosos personajes de dibujos animados inundan las calles de Manhattan y contagian a todos del ambiente de fiesta.

Cerca de cuatro millones de espectadores se reúnen alrededor de la avenida Broadway donde se realiza el espectáculo. La música y el arte de la ciudad también se incorporan a la celebración. Los musicales de Broadway, famosos alrededor del mundo, también le abren espacio a la Navidad. Cada año, la época decembrina brilla con el musical Christmas Spectacular y sus famosas Rockettes. La ciudad entera se viste de luces y del espíritu navideño, sobre todo cuando se encienden las luces del gigantesco árbol del Rockefeller Center. Allí se dispone una pista de patinaje donde nadie e resiste a pasar unas divertidas horas sobre el hielo. Otro de los puntos célebres de la ciudad, Times Square, se convierte en el punto de reunión de millones de personas que llegan de todas partes del mundo a recibir el año nuevo y vivir de la fiesta como solo en Nueva York puede hacerse. Un imperdible: las vitrinas de Bergdof Goodman y Saks de la Quinta Avenida. Alemania también muestra durante la Navidad su lado más emotivo.

En la época que precede a la Navidad, más de 2, 500 mercados que se remontan al siglo XV esperan tu visita en medio de incomparables escenarios. Entre los más típicos están Flensburg en el extremo norte, Constanza al sur, Aquisgrán al oeste y Bautzen al este. Allí podrás conseguir sabrosos dulces como el pan de miel, las almendras tostadas o el vino caliente con canela, ideales todos para combatir el frío invernal. La noche del 31 de diciembre, no se puede dejar de acudir a la Puerta de Brandenburgo, donde millones de personas celebran sobre la calle del 17 de Junio la llegada del nuevo año. Sylvester, como se llama a esta celebración en Alemania, es algo especial y muy diferente de las celebraciones en otras ciudades alemanas. Entre la Puerta de Brandenburgo y la Columna de la Victoria, la fiesta es impresionante. No solo por la gran cantidad de personas que se congregan allí, sino por la atmósfera, la alegría de los visitantes.

La fiesta continúa toda la noche, trasladándose con la misma euforia a bares y discos de toda la ciudad. En los 2000 metros de la calle del 17 de Junio, se colocan escenarios donde se desarrollan shows con artistas nacionales e internacionales, eventos en vivo y conocidas bandas de rock y pop hasta pasada la medianoche. Además, hay pantallas gigantes, tiendas y puestos de comida y bebida. Los juegos de luces láser y los fuegos artificiales organizados por la ciudad, realzan aún más el evento. Si decides acudir a alguno de los bailes y cenas que ofrecen muchos hoteles en la ciudad, tendrás la posibilidad de ser trasladado en limusina para ver estos fuegos artificiales de medianoche.

Otro escenario mágico para disfrutar de la Navidad es Rusia. Hay que aclarar que debido a que la mayoría de su población es ortodoxa, y ellos usan el calendario Juliano en lugar del Gregoriano, esta fecha la celebran entre el 6 y 7 de enero. Pero debido a que el gobierno adoptó hace algunos años el calendario Gregoriano esto da lugar a que se celebre también la Navidad católica por lo que las fiestas se extienden mucho más que en cualquier otro sitio del mundo. La Plaza Roja se convierte en una gigantesca pista de patinaje a la que todos llegan a pasar un buen rato de diversión y sobre el Kremlin, donde está albergada la sede del gobierno, se instala un árbol gigante con luces y decoraciones navideñas que le aporta la magia necesaria al lugar.

El vodka, el caviar, las ensaladas, los dulces y las frutas son los protagonistas de la cena de navidad. El olor de la mandarina es relacionado siempre con esta temporada pues para los rusos representa una fruta muy exótica y que, durante largo tiempo, solo se importaba desde Marruecos durante esta temporada del año en cantidades exorbitantes. El Ballet Bolshoi de Moscú, aclamado en el mundo entero por su maestría en la interpretación, presenta cada año en esta temporada la obra El Cascanueces por lo que vale la pena visitar el teatro y disfrutar del espectacular montaje. Los rusos acostumbran también asistir a la misa de Año Nuevo y nada más emotivo que visitar la moscovita Catedral de Cristo el Salvador, el principal templo ortodoxo del país, para escuchar el mensaje y celebrar esta fecha.

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