GRUPO OPSA:

Reencuentro con una ciudad fascinante

Por

Vibrante y cosmopolita, New York nunca deja de sorprender

30/ago 2010

CRóNICA DE VIAJE

El destino me llevó de nuevo a New York. Y qué mejor razón para visitarla que la Semana de la Moda Otoño Invierno 2010-2011, cuando la ciudad entera respira glam. New York me llama, tiene imán. Es energía. Adrenalina pura. La tarde comenzaba a caer cuando aterricé en el aeropuerto La Guardia, abordé un taxi cab que me llevó al hotel en la famosa Quinta Avenida, un nuevo boutique hotel de la cadena Marriott, moderno y con un servicio de primera. No hay tiempo que perder. Una breve caminata por Madison Avenue, con el frío y la nieve rozando mi cara, me hizo sentir parte de ella. Esta sensación no tiene precio.

Siento que pertenezco a esa ciudad. A mi alrededor, la gente camina elegantemente vestida, se mueve cada quien a su ritmo, unos de compras, otros tomando un café y otros tratando de tomar un cab, que por cierto, son unos pesados especialmente en esta época. La magia de Valentine´s se sentía en el ambiente y para celebrarlo asistí a una reunión privada en Bubble Lounge, un exclusivo club en Tribeca, que es lo mismo que Triangle Below Canal Street, una antigua área industrial, donde los restos de edificios de fábricas y almacenes se transformaron en tiendas, galerías de arte, bares, restaurantes y lujosos apartamentos donde residen, entre otras celebrities, Mariah Carey y Robert De Niro. Fue una noche larga y divertida, el mejor preámbulo para lo que vendría al otro día.

Llegó la hora de mi primer show. En Bryant Park todo estaba listo para la pasarela de Carolina Herrera. Después de 17 años, las simbólicas tents se colocaron por última vez en el emblemático parque, que fue escenario de uno de los fashion weeks más importantes del mundo, y que la próxima temporada tendrá como sede el Lincoln Center.

Aunque ya he asistido a varios shows de la diseñadora venezolana, siempre son una expectativa. Ese encuentro con los mejores editores del mundo; Anna Wintour, André Leon Talley y Grace Coddington de Vogue USA; Graydon Carter de Vanity Fair; Glenda Bailey de Harper’s Bazaar, Lorraine Candy de Elle USA, celebrities, jet setters y paparazzis, entre otros, es una experiencia inolvidable. Quince minutos fueron suficientes para apreciar su fabulosa colección, en la que una vez más hizo gala de su refinamiento y elegancia con lujosos vestidos con pinceladas de color sobre fondos de metales fundidos.

Luego de los interminables aplausos, estuve en backstage con ella, su esposo Reynaldo Herrera y su hija Carolina, como siempre, muy gentiles. Después, un encuentro con mis amigas en Bergdorf Goodman para ver las últimas colecciones de nuestros diseñadores favoritos, y luego un almuerzo en su BG Restaurant, con champagne y ensaladas. Mi favorita: la Harvest salad con pollo, roquefort & nuts. ¡Divina!

Por la tarde; happy hour en el Salón de Ning Bar en el roof del hotel Península, desde donde se contemplan las mejores vistas sobre la Quinta Avenida. Su terraza al aire libre, donde impera un estilo oriental, con una decoración que evoca el Shangai de los años 30, se complementa con una estancia interior de enormes ventanales y con un ambiente más barroco. Definitivamente, uno de los lugares más chic de New York.

La noche cayó pronto sobre la gran ciudad y llegó la hora de la cena, que esta vez disfrutamos en Caviar Russe, en Madison Avenue. Los mejores caviares y la mejor Tuna Tartar, que he probado, acompañados de un buen champagne rosado. Después decidimos caminar y disfrutar la noche. Llegamos a Tao, que aunque no es uno de los sitios más hip del momento, sigue siendo uno de mis favoritos.

A la mañana siguiente. Oscar de la Renta. Oh LaLa! Sólo estar ahí esperando a presentar la invitación y que busquen tu nombre en la lista del who is who en NYC es un privilegio. Como lo ha venido haciendo estos últimos tres años, el diseñador dominicano presentó su colección en una antigua iglesia en Park Avenue, ante un selecto y exclusivo grupo de invitados. Y nuevamente me encuentro con los famosos. En first row y al ritmo de música clásica, disfrutamos de 20 minutos de pura moda, una colección extremadamente lujosa, cuidada y con algunos modelos sublimes, con los que el diseñador pretende vestir a una mujer segura de sí misma, femenina y muy glamorosa. Luego del show, tuve la oportunidad de cruzar unas palabras con el atelier dominicano y felicitarlo por tan magnífica pasarela.

Esa tarde, me encuentro con mi amiga, Maribel Lieberman, la famosa chocolatier hondureña que ha hecho un nombre con su tienda en Soho, uno de los barrios más trendy en NYC. El lugar luce espectacular con una nueva decoración inspirada en el art deco. En invierno les recomiendo su ultra famoso Aztec Hot Chocolate, el mejor de la Gran Manzana, y en verano, el chocolate helado. Y claro, todas sus creaciones artesanales, con sabores exóticos y originales.

Luego de una caminata por Soho, con sus galerías y tiendas como Prada, Chanel y Louis Vuitton, almorzamos en el siempre chic, Cipriani. Siempre es un gusto comer ahí. La comida deliciosa y la atención, de primera. Un must: la ensalada de alcachofas, aguacate y queso mozarella, algo para no perderse!

De regreso al hotel, un recorrido por la calle 59 a la 42, donde vale la pena recorrer una vez más los sitios emblemáticos de la ciudad: la juguetería F.A.O Schwartz, (los niños la adoran), la imponente catedral de San Patricio, el Rockefeller Center con su tradicional pista de hielo, las boutiques de Cartier, Versace, Armani, Pucci, Fendi, Bulgari… sin dejar de apreciar las de Madison Avenue, de la calle 57 a la 79: Barney’s, Carolina Herrera, YSL, Hermès, Ralph Lauren, Roberto Cavalli y Oscar de la Renta, entre otras.

Esta noche, la diversión nos espera en el Pegu Club, el mejor cocktail bar de Soho, con un carácter al más puro estilo de la Birmania colonial, con palmas naturales, mesitas de madera orgánica y sofás de terciopelo café. Ahí disfrutamos cocteles increíbles, y es que el lugar hace honor de su fama como el mejor de la zona. Todos sus shots son preparados con jugos e ingredientes frescos. Los que no te puedes perder: The Old Cuban, un champagne mojito exquisito, y el Champagne Apricato, que te sirven decorado con una orquídea púrpura, divino!

La jornada siguiente comenzó con un desayuno en el Cipriani, frente al Central Park y el centenario Plaza Hotel. Una fina capa blanca de nieve cubre la ciudad, haciéndola aún más fascinante. Esa misma mañana me esperaba una cita con Yves Durif, el célebre estilista, dueño de un íntimo boutique salón ubicado en el Carlyle Hotel. Resultó ser un personaje fascinante, que hace sentir a sus clientas como las más importantes del mundo. Fue entonces cuando entendí todos los reviews que han publicado sobre él Vogue, New York Times, Harper´s Bazaar, W y Vanity fair, por mencionar algunas. Y es que en cuestión de minutos, hizo magia con sus tijeras y me cortó el cabello con el look del momento.

Lista para disfrutar al máximo la noche antes de regresar a Honduras, recibí una invitación para cenar en el muy francés y exclusivo Per Se, en el cuarto piso del Time Warner Center, con vistas al Central Park. El reconocido chef californianoThomas Keller ha hecho de este sitio, con su ambiente chic y sofisticado, uno de los mejores restaurantes no sólo de la ciudad, sino también del mundo, de acuerdo a la lista de S. Pellegrino. De ahí, happy hour en Apotheke, en pleno Chinatown. Y para cerrar con broche de oro, noche de fiesta en el Boom Boom en el roof del Standard Hotel, ubicado en el corazón del Meatpacking District. Se trata del club más hip y exclusivo del momento, y donde un par de días antes Marc Jacobs y Narciso Rodríguez ofrecieron los after parties de sus shows. Para entrar tienes que estar en la lista o conocer al dueño, el famoso hotelero, Andre Balazs.

Ubicado en el 18 piso, es toda una experiencia. Tiene dos vistas, en una, la ciudad con su impresionante skyline y del otro lado, el Hudson River…No hay palabras para describirlo. En su bar, ultramoderno y sus salas lounge, te encuentras con la beautiful people de NYC. Abandonamos el lugar en la madrugada, un buen momento para una hamburguesa de P.J. Clarke’s en la calle 55… C'est magnifique!

categorías