La pandemia generó una crisis mundial que ha cambiado la manera en que interactuamos en todas las dimensiones, principalmente del estudio, el trabajo y la producción, y en general de nuestra manera de vivir; es el cambio más veloz y global que hemos experimentado como humanidad.
Si esta situación ha despertado tu deseo o necesidad de emprender me gustaría invitarte a descubrir tu Ikigai, palabra en japonés cuyo significado es "la razón de ser" o bien, "tu propósito de vida".
Tu Ikigai es aquello para lo que fuiste creado, la razón por la que estás en el mundo; cuando lo descubres y lo pones al servicio de los demás genera abundancia para tu vida y para la vida de quienes sirves.
Si podemos ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta como consecuencia pondremos toda nuestra atención en ello y realizaremos las actividades que conlleva con mayor satisfacción y efectividad. Conocer tu Ikigai es conocer tu razón para vivir.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? Para encontrar el propósito de vida debemos mirar hacia nuestro interior, teniendo una conversación honesta con nosotros mismos y aplicando una importante dosis de autoconocimiento para evitar confundirnos con lo que otras personas, nuestra familia, amigos, compañeros, influencers que seguimos y en fin, la sociedad misma, opinan sobre cuál es nuestro propósito.
Seiita Arata, fundador de Arata Academy, sugiere cinco sencillos pasos para encontrar tu propósito con un impacto profundo:
1. EMPEZAR EN PEQUEÑO. Deshazte de los delirios de grandeza que parecen afectar a muchos. Queremos tener tantas y tantas cosas que acabamos no teniendo nada. En vez de eso elige un área de tu vida que necesite mayor atención y mira cómo puedes mejorarla un poco para que tenga sentido y te permita poco a poco una planificación mayor de tu vida.
2. LIBERARSE. ¿De qué? De las viejas ideas que pueden no estar alineadas con lo que realmente quieres lograr en la vida, que te impiden ser feliz o que logres dar pasos pequeños pero constantes en la construcción de lo que sueñas. Estas ideas preconcebidas han venido de tu familia, tus amigos, incluso de la publicidad y puedes llegar a pensar que son tus ideas o tus propias creencias, pero no es así. Despréndete de estas ideas preconcebidas sobre lo que es la felicidad y encuentra tu propio significado, lo que realmente quieres lograr en la vida.
3. ENCONTRAR ARMONíA Y SOSTENIBILIDAD. Piensa en tu razón y propósito de vida desde cuatro dimensiones que resumen el Ikigai:
• Lo que amas hacer
• Lo que haces realmente bien
• Lo que el mundo necesita
• Cómo puedes generar dinero haciendo lo anterior. De nada nos sirve lograr éxito en los negocios o en el trabajo si en el camino se pierde la salud o tus relaciones más importantes. Cuando encuentras y entrelazas estas cuatro dimensiones, logras la armonía, el flujo y la sostenibilidad.
4. SENTIR ALEGRíA POR LOS PEQUEÑOS LOGROS. Tu felicidad no debe estar condicionada exclusivamente a grandes metas. Un error común es diseñar planes gigantescos y condicionar tu felicidad a su cumplimiento. Si sueñas lograr un negocio exitoso que crezca a gran escala está bien, el problema es condicionar tu felicidad hasta lograrlo, eso significa que sufrirás todo el tiempo que tome lograr tu meta. De ahí que debes alegrarte por cada paso pequeño que des, incluso por cada error que cometas y que te enseña cómo hacerlo mejor. Alégrate cuando te sorprendas condicionando tu felicidad al logro de tu meta. La vida tiene más momentos sencillos y comunes que grandes momentos, por tanto celebra con lo sencillo y lo común, de lo contrario el sufrimiento será mayor que los brillantes y fugaces instantes de felicidad.
5. ESTAR AQUí Y EN EL AHORA. Aprende a disfrutar de todo el viaje y no solo del objetivo final. Sufrimos cuando queremos más y más, cuando anticipamos el futuro o recordamos el pasado y las experiencias agradables que vivimos. Al vivir en el presente nos deshacemos del "querer" o el "no querer" y es allí cuando el momento mágico sucede, porque se presenta la plenitud, el conocimiento propio que nos da la certeza de lo que somos, lo que amamos hacer y cómo esto sirve a los demás, y por ende recibiremos la recompensa y la prosperidad en todos los sentidos.
Antes de emprender recuerda:
1. Definir claramente y por escrito lo que eres bueno haciendo. Describe con detalle porqué eres bueno, eso permitirá silenciar la voz del "síndrome del impostor" que muchas veces nos hace dudar de las habilidades y conocimiento que tenemos. No se trata de ser perfecto, ni de ser el mejor, sino de saber hacerlo y hacerlo de la mejor manera posible. Este es el camino que te llevará a conquistar la excelencia.
2. Asegúrate de amar lo que sabes hacer. Hacer lo que amas atraerá felicidad, genuinidad y gratitud a tu vida y a la de tus clientes. Las personas comunicamos mucho más a través de nuestra energía y nuestra actitud que lo que comunicamos por medio de las palabras, por eso es muy importante hacer lo que amas, eso enviará el mensaje positivo y correcto a tus clientes, además mantendrá encendida la motivación diaria que necesitas para avanzar paso a paso, día a día y aumentará exponencialmente tu probabilidad de éxito.
3. Revisa cuidadosamente lo que tu comunidad, ciudad, país o el mundo necesita. La pandemia ha modificado los hábitos de consumo. Presta especial atención y observa cómo ha cambiado tu vida y la de las personas a tu alrededor. La oferta de productos y servicios a través de aplicaciones o plataformas digitales, la entrega de estos productos y servicios a domicilio, las garantías de calidad y bioseguridad, el servicio al cliente de manera inmediata a través de los medios de contacto digital son algunas de las oportunidades de negocio que más están creciendo. Revisa si lo que sabes hacer y amas hacer, le sirve a tu comunidad o a tus clientes potenciales tomando en cuenta siempre quiénes son y qué necesidades vas a resolver.
4. Asegúrate de entender y describir la manera en que vas a monetizar tu oferta. Es importante saber si tus clientes potenciales están dispuestos a pagar por tus productos o servicios. Una vez tengas esto claro, te recomiendo conocer los costos de tus productos y servicios para que puedas definir precios razonables, que tus clientes encuentren valor por lo que pagan y que a la vez tú te sientas satisfecho por lo que recibes. Esa es la esencia de un negocio próspero, crear relaciones en donde todas las partes ganan. Deseo que descubras tu propósito de vida, vivas desde la felicidad que produce hacer lo que amas y que eso que amas sirva a los demás y como resultado vivas una vida en abundancia.
Sobre la autora
Marcela Madrid es licenciada en administración de empresas con una maestría de Marketing y Dirección Comercial en la Universidad de Barcelona. Es asesora de marketing, negocios y liderazgo con propósito.Linked in Marcela Madrid
