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Luis Valle, haciendo lo correcto

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El voluntariado es su vocación. Y la descubrió en Olancho, el departamento del que tanto se enorgullece y donde ha sido uno de los protagonistas más activos en la lucha contra el impacto del coronavirus.

16/may 2020

Estudió Diseño Gráfico en UNITEC y un máster en Creación Digital en la Universidad Católica de Valencia, España, y aunque es un apasionado de la fotografía y del fotoperiodismo, Luis Valle encontró su verdadera vocación en el voluntariado. Creador y editor in chief de Descubre Olancho, una revista de temática cultural, histórica, gastronómica y social, la vida de este joven de 29 años ha dado giros inesperados.

Sensible, extrovertido, espontáneo y auténtico, lo que más disfruta en la vida es rodearse de personas positivas, con propósitos comunes y el deseo genuino de practicar el altruismo.Conoce un poco sobre este joven que al descubrir el impacto de la solidaridad decidió ir más allá y dejar de ser un simple espectador. ¿Qué lo inspira? "La juventud y el despertar que hemos tenido en los últimos años con un deseo inexplicable de querer aportar lo mejor de nosotros al cambio que tanto necesitamos en el mundo en estos momentos".

Sabemos que el voluntariado no es nada nuevo en tu vida, comenzó antes del Covid-19, ¿cómo surge ese interés?

La semilla de querer hacer y ayudar con todo lo que está en mis manos a los demás, ha estado siempre. Sin embargo, el primer paso lo di en diciembre del 2018 junto a algunos amigos, justo dos días antes de Navidad. Logramos regalar 1,000 nacatamales y más de 200 prendas de vestir a personas de escasos recursos en Olancho, gracias a las donaciones que recaudamos. A partir de ahí, la motivación se fue a lo más alto, ese deseo de estar en constante trabajo por impulsar iniciativas solidarias no ha parado.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando se declaró la pandemia?

Cuando declaran oficialmente el COVID-19 como pandemia, fue una mezcla de pensamientos y emociones. Por un lado estaban todos los proyectos que se pospusieron y también la incertidumbre que aún tenemos de lo que va a pasar. Pero, creo que fue después de dos semanas en confinamiento cuando decidí ponerme manos a la obra y comenzar a tocar puertas para recolectar y llevar víveres y equipo de bioseguridad al Hospital San Francisco de Juticalpa, el principal hospital público de Olancho.

Foto: Revista Estilo

¿Son acciones personales o estás involucrado en organizaciones o fundaciones?

El trabajo social que realizo es variado, tanto personal como en alianza hemos podido hacer cosas grandes por nuestra gente.A través de amigos hemos podido unir fuerzas y en estos momentos estoy más decidido a que tenemos que ser nosotros los que le tendamos la mano a quienes más nos necesitan.

¿Qué actividades has realizado desde que comenzó la propagación del coronavirus en Honduras?

La primera actividad fue completamente una iniciativa personal con donaciones de muchas personas y amigos, en esta primera campaña logré entregar 60 canastas básicas a familias de escasos recursos y estoy por entregar 130 mascarillas KN95 y 1200 pares de guantes desechables al Hospital San Francisco de Juticalpa.

La segunda actividad la estamos realizando con dos grandes amigos Juan Pablo Sabillón y Daniel Vijil con fondos que recaudamos por medio de donaciones. Me contactó una doctora de Catacamas para exponerme el caso de una madre soltera con tres niños pequeños, los cuales literalmente no tenían casa y dormían en la calle o donde les agarrara la noche.

Afortunadamente logramos conseguirle una casa para alquilarle, le compramos camas, sillas, estufa, todo lo que necesitaba en cuanto a alimentos y lo más importante, le dimos la semilla para que ella comenzara a emprender su propio negocio vendiendo tortillas. Nos hemos comprometido a darle seguimiento a ella hasta que veamos que está estable y puede sacar adelante a sus hijos.

Y la tercera actividad es la más reciente, nos unimos con cinco de mis mejores amigos (Brenda, María José, Roberta y óscar Renán) para crear el proyecto Olancho Solidario. En el cual buscamos recaudar fondos para llevar canastas básicas de manera masiva a diferentes municipios del departamento de Olancho.

Definitivamente he comprobado en todas estas actividades que en la unión está la fuerza.

Foto: Revista Estilo

¿Qué sentiste en el momento que realizaron las primeras entregas, que emociones se despertaron?

Creo que las emociones siempre son las mismas, sentir ese agradecimiento de la gente es algo que no tiene precio. Recuerdo en la primera actividad que hice un 22 de diciembre del 2018, fuimos al Crematorio Municipal de Juticalpa, le regalé ropa, juguetes y varios nacatamales a un señor y las palabras que me dijo fueron: "¡Gracias! Por lo menos hoy ya no vamos a aguantar hambre con mi familia".

Esas palabras me marcaron y me motivaron a seguir con esta labor, yo sé que no vamos a poder quitar tanto sufrimiento y desigualdad de la noche a la mañana; pero estoy seguro que poco a poco y todos haciendo algo desde cualquier trinchera, lo lograremos.

¿Crees que estas crisis nos dan a todos la oportunidad de ser más solidarios? ¿Cómo podríamos todos despertar esa vocación altruista en este momento?

Como seres humanos que somos, sea cual sea nuestra reacción ante esta crisis, al final estoy seguro que la solidaridad y empatía prevalecerá.Me llena de esperanza ver a amigos involucrados en tantas formas de acción para ayudar. En retenes, llevando comida a los policías en las calles, llevándoles comida o café a los médicos que están en la primera fila de esta pandemia, amigos levantando sus propias campañas de recolección o bien, personas que nunca me imaginé contactándome para unirse a alguna de las actividades sociales que estoy realizando.Esas acciones me han llenado de una esperanza que nunca antes había sentido, y estoy seguro que esa semilla seguirá creciendo y vamos a resurgir aún mejores después de todo esto.

Desde que comenzó la crisis en Honduras y te activaste con tus donaciones y entregas, ¿qué ha sido lo más emotivo para ti, qué te ha conmovido más, una anécdota que quisieras compartir?

Definitivamente cada vez que me toca ir puerta a puerta entregando comida, conociendo esos rostros, viendo la realidad de esos mundos que para muchos de nosotros han sido invisibles, todo eso es emotivo para mí. Y lo que más me llena es cuando recibo estas palabras: Dios lo bendiga y se lo pague.Esas palabras me las dicen frecuentemente y son palabras que las guardo conmigo siempre porqué esas personas aún sin conocerme declaran bendiciones para mi vida.

Foto: Revista Estilo

¿Cómo sientes personalmente que has enfrentado esta crisis?

Han sido días difíciles, personalmente he tratado de mantenerme positivo desde el día uno. Ha habido veces en las que he decaído pero me levanto pensando en todas las cosas que me hacen sentir bendecido a pesar de las circunstancias. Me llena también el hecho de saber que estoy aportando un poco de lo que está en mis manos para que otras personas enfrenten esta crisis de mejor manera.

¿Qué te ha ayudado a sobrellevar la cuarentena?

Definitivamente lo que me ha ayudado es la unión con la que mi familia y yo estamos enfrentando todo esto.A veces yo amanezco negativo, y mis papás me levantan los ánimos o a veces ellos amanecen con incertidumbre de lo que está y va a pasar, entonces junto a mis hermanas los motivamos diciéndoles que todo esto es un proceso que pronto terminará.

¿Cuál crees tú que debería ser nuestro mayor aprendizaje?

Cuando todo esto pase definitivamente que el mundo no va a volver a ser igual, Honduras no va a volver a ser igual, nosotros no volveremos a ser iguales. Tengo la esperanza de que un mejor país va a resurgir después de esto; vamos a darle el valor que se merece cada persona a nuestro alrededor: cajeros de supermercados y bancos, aseadoras, bomberos de gasolineras, vigilantes, médicos, enfermeras, transportistas y todos los que desde sus trabajos sacan adelante a este país todos los días.Vamos a valorar más un abrazo, un café con los nuestros y vamos a restarle importancia a las cosas superficiales y banales.

Foto: Revista Estilo

¿Qué responsabilidad crees que tendrán los jóvenes como tú para evitar que algo similar suceda en el futuro?

Este tipo de cosas muchas veces no se pueden evitar que sucedan. Pero la responsabilidad que tenemos los jóvenes es la manera de cómo vamos a accionar durante una crisis.Yo siempre he dicho que los jóvenes somos los que en nuestras manos tenemos el cambio en estos tiempos, así que cualquier acción que hagamos, sea grande o pequeña, hará una gran diferencia ante cualquier crisis.

¿Qué has aprendido personalmente como ser humano con esta pandemia y la cuarentena?

Ufff¡Qué difícil pregunta! Pero, personalmente considero que he aprendido mucho.

He podido reflexionar bastante y darme cuenta de las cosas que en realidad importan en esta vida. Cosas que no podemos ver pero si sentir. He aprendido a ser más solidario y ver con mayor profundidad la realidad de muchos hermanos hondureños.

¿Compártenos algunos tips que personalmente has puesto en práctica para mantener el ánimo y la energía en la cuarentena?

Definitivamente he sacado mi talento de chef que no sabía que tenía. La cocina se ha convertido en el punto de encuentro con mi familia en la casa y eso me ha ayudado mucho para mantener los ánimos arriba.

También últimamente trato de tres o cuatro días a la semana hacer un poco de ejercicio para entretenerme y que el cuerpo se sienta mejor.

Foto: Revista Estilo

¿Qué es lo que más extrañas de la vida 'normal'?

Sin duda alguna a toda mi familia y a amigos. Yo soy mucho de ir a tomar café, salir a comer o divertirnos con mis amigos y familia. Creo que es lo que más he extrañado en esta cuarentena y son duda lo que más voy a valorar cuando todo esto pase.

¿Lo primero que piensas hacer cuando eventualmente pase todo esto?

Lo primero será retomar algunos proyectos personales que quedaron pendientes y continuar con la mayor cantidad de actividades sociales que pueda levantar, ya que será muy difícil la realidad que le tocará enfrentar a muchos hermanos hondureños. Y si podemos tenderles la mano les ayudará a que todo sea más leve para ellos.

¿La persona que más admiras en el mundo y por qué?

Sin duda alguna mis papás son mi ejemplo a seguir. Son dos personas de las que he aprendido mucho. La sabiduría y humildad de mi papá. Y la fuerza, carácter, perseverancia y gran corazón de mi mamá. Esa mezcla es la que me ha motivado y ha sembrado en mí el deseo de poder llevarle esperanza a mucha gente.

En un futuro cercano, ¿desde qué otra plataforma te gustaría ayudar a los demás? ¿Cómo crees que a través de la solidaridad podemos cambiar vidas?

Actualmente hay muchas plataformas desde las cuales podemos ayudar, sea cual sea, lo importante es apoyarlas todas porque son un gran medio para llevar esperanza y crear una unión por el bien común.

Personalmente estoy involucrado actualmente junto a un grupo de jóvenes en un proyecto llamado Honduras Conecta, una idea que surgió de Cesia Perdomo donde se busca condensar en una sola plataforma todas las actividades sociales y de voluntariado que hay en el país.

No cabe duda que la solidaridad es una herramienta poderosa para transformar vidas.

Siempre he dicho que el mundo no lo podemos cambiar de un solo, pero comenzando a cambiarle el mundo a varias personas, es un gran paso que como humanos estamos dando.

Y es que las buenas prácticas llenas de solidarismo lo han llevado a inspirarse mucho en la juventud y el despertar en los últimos años con un deseo inexplicable de querer aportar lo mejor para cambiar el mundo. Su vida gira en torno ayudar a quienes pasan por momentos desesperados, y no duda en dar hasta lo que no tiene para mejorar su situación, y es que en la vida de este joven emprendedor siempre he tenido esa semilla de querer hacer y ayudar con todo lo que está sus manos a los más necesitados.

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