Detrás de escena
"La idea vino de mi hermano, quien escribe todo lo que hacemos", relató Felipe Torres en exclusiva para Revista Estilo. Los catrachos comenzaron el proyecto con poco dinero que derivó a plantearse estrategias que iban a utilizar para maximizar la calidad de su largometraje gastando lo menos posible. Para la cinta de 78 minutos no iban a tener acceso a luces o a equipos cinematográficos muy sofisticados, además iba a contar con poco personal, pero gracias a su esfuerzo y dedicación salieron adelante de manera exitosa.En la búsqueda de locaciones encontraron lugares que reflejaban la idea que tenían a perfección con lo que capturaba la cámara, la luz diurna también fue de gran ayuda y el paisaje añadió mucho a la comedia romántica.
Todo el proceso para el rodaje y postproducción de la película tomó mucho tiempo por motivos del presupuesto. "Fue una obra de amor que todo mundo tuvo que poner tanto sudor, tanta sangre, tanto tiempo para que salga este proyecto especial", expresó con sinceridad el director.
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El espíritu cineasta de Felipe Torres
Felipe Torres disfrutó su niñez con todo lo que ofreció el país hondureño, como su naturaleza y compartir mucho tiempo con su familia, en especial en Tela, donde daría los primeros esbozos de amor al cine, jugando actuación entre primos y grabándose en la playa.
Torres nació en Honduras, vivió parte sus primeros años en Tegucigalpa y en San Pedro Sula. En su adolescencia se mudó a Estados Unidos y pasó viajando mucho por la naturaleza de su trabajo. "Toda la vida me he movido bastante", expresó Torres, ya que se le ha hecho muy fácil trasladarse entre ciudades de los distintos países al trabajar en el cine buscando la localidad perfecta en donde filmar.
"No fue un proceso consciente hacer películas, pero siempre estuvo dentro de mí", admitió el director acerca de sus inicios en el mundo del cine. Su idea inicial consistía en estudiar política en la universidad, pero una vez tuvo un tiempo libre con una cámara disponible y todo el interés y diversión que tuvo desde niño volvió a florecer.
Trabajó en proyectos grandes a muy temprana edad, como en Frost/Nixon, una película nominada a varios premios Oscar; estos expandieron su conocimiento y experiencia en el mundo cineasta.
Cuando piensa en su pasión por el séptimo arte, lo que más le gusta a Felipe es crear reacciones en el público. Hacer que las personas conecten con emociones por lo que están viendo, ya sea hacerlos reír o reflexionar. Trabajar con gente creativa todo el día también es una de las partes que más le agradan de su profesión.
Estrenar una nueva película no significa que deja de trabajar. Sus proyectos a futuro incluyen una compañía nueva que ya está en movimiento y la conforman los dos hermanos Torres Urso con dos socios colombianos, llamada Aguamala Media, que se enfoca en historias de personas latinas.
"Si querés hacer una película, tenés que ir a agarrar una cámara, filmarla y no esperar", aconsejó el joven cineasta, inspirado en palabras de Quentin Tarantino, a todos los que tienen aspiraciones en el mundo cinematográfico; hacer piezas sin importar los recursos, siempre innovar y seguir aprendiendo a través de lo que se va haciendo.
Aquí te dejamos el tráiler de A Little Italian Vacation.
