San Pedro Sula, Honduras
Para mantener un corazón saludable debe seguir una dieta sana y hacer ejercicio. Si padece de enfermedades como hipertensión y diabetes debe mantenerlas controladas.
La enfermedad cardiovascular, ECV es la principal causa de muerte en el mundo, con 17.3 millones de fallecimientos anuales.
El próximo 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón. El lema es “Emprende el camino hacia un corazón sano”; motiva a las personas a mantener un estilo de vida saludable.
El cardiólogo Jorge Martínez, del hospital Cemesa, comenta que es importante tener un corazón sano para evitar el padecimiento de una enfermedad cardiovascular que pueda afectar el corazón, cerebro, ojos y riñón.
Los factores de riesgo que pueden dañar el corazón se dividen en: modificables, en la cual el paciente puede dejar de fumar y consumir bebidas alcohólicas.
Además, evitar el sedentarismo y la obesidad.
Los factores no modificables son la edad y el sexo. Los hombres tienen más riesgos que las mujeres, pero al entrar a la menopausia se iguala el riesgo en ambos sexos.
Cambios
Martínez detalla que al cambiar el estilo de vida se puede tener una mejor salud.
Estos cambios son: hacer ejercicio de forma diaria, seguir una dieta balanceada, no fumar y beber alcohol.
La nutricionista Silvia Quesada comenta que para tener un corazón sano debe someterse a una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos en las cantidades adecuadas.
La máster en nutrición Norma Coello expresa también que es necesario consumir alimentos que sean bajos en grasa saturada y colesterol y altos en fibra. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos de origen animal (huevos, mantequilla, leche y otros productos lácteos).
Además es necesario mantener un peso adecuado según su edad, sexo y estatura. Si padece de sobrepeso u obesidad, debe bajar.
En el caso del paciente hipertenso debe cuidar el consumo de sodio en sus dietas. Moderar la cantidad de sal de mesa, al igual que los condimentos que también suelen venir cargados de sodio.
Exámenes preventivos
Norma Coello indica que las pruebas más importantes son el perfil lipídico: colesterol total, colesterol LDL o malo, colesterol HDL o bueno; y triglicéridos. Además de un hemograma completo, uroanálisis, perfil renal, perfil lipídico, perfil hepático, perfil tiroideo y panel básico metabólico.
El cardiólogo Jorge Martínez recomienda que se puede seguir una prevención primaria que consiste en mantener un estilo de vida sano, el cual “se sigue con aquellos pacientes que nunca han sufrido de un infarto u otra complicación”. Además una radiografía de tórax.
En el caso del paciente que ya sufrió un episodio como infarto, daño renal o derrame cerebral se debe seguir una prevención secundaria en la cual se busca evitar que siga dañándose más. “Siempre se debe tener modificaciones de vida y medidas farmacológicas”. explica.
Los pacientes pueden someterse a una prueba de esfuerzo cardiaco, es una herramienta de detección para evaluar el efecto del ejercicio sobre el corazón. Esta medida se puede hacer como una prevención primaria como opcional, pero se usa para aquella prevención secundaria.
“El objetivo es que el paciente alcance una frecuencia cardiaca para establecer cómo está funcionando el corazón.
Cuando se tiene una mala condición física más rápido llegan a esa frecuencia”, explica.
Consejos
Alimentos: Consuma más frutas, vegetales, cereales integrales y legumbres secas. Si lo desea, también lácteos descremados. Procure que el plato de comida tenga mucho color y diversidad de verduras y frutas.
Los frutos secos: Aportan grasas poliinsaturadas, las cuales son fuente de ácidos grasos saludables para nuestro organismo. Previenen enfermedades cardiovasculares, por lo que pueden integrarse a la alimentación diaria. Proporcionan energía a deportistas.
Cocina: Los alimentos deben ser cocinados rápidamente en un poco de aceite, vegetales al vapor, pasta con salsa de tomate y papas horneadas sin salsa. Recuerde que el plato debe estar dividido en dos partes: la primera en verduras y frutas y la otra debe llevar carbohidratos y proteínas.
Movimiento: El ejercicio mejora aspectos del corazón como la fuerza, la eficiencia y el tamaño. El primero, debido a que fortalece los músculos y contribuye a transportar la sangre con más vigor; el segundo, porque reduce los niveles altos de grasa acumulados en el corazón, y el tercero, ya que permite la mejor circulación de sangre.
