Aprenda a iluminar el exterior de su casa

Una iluminación en espacios residenciales exteriores no sólo es una cuestión de seguridad que permita visibilidad entre la calle y la casa o que destaque el entorno inmediato durante la noche, también se trata de poner en escena el espacio, las texturas y los objetos --esculturas, decoración, fuentes, plantas-- que rodean la vivienda.

Así lo explicó el director del despacho Luz en Arquitectura SC, Kai Diederichsen, quien, al trabajar en un proyecto de este tipo, toma en cuenta una gran cantidad de elementos.

'La iluminación exterior busca destacar y matizar planos, volúmenes, texturas y colores.
'Se tiene que estudiar muy bien qué recorridos, qué vistas, qué tipo de vegetación --si hay follaje, si cambia durante las estaciones del año-- qué colores, qué contexto y qué luz ambiental se tiene alrededor', detalló el arquitecto Diederichsen.

Un error común que se comete al iluminar un exterior, de acuerdo con este creativo, es que no se hace pensando en la calidad de luz, por lo que en ocasiones se siente muy hostil, con reflectores que deslumbran y que no permiten apreciar el entorno.

'Esto se hace sobre todo en fachadas; creo que debemos iluminar suavemente una barda, un portón o un jardín, de modo que se vea en armonía, sin excesos y más amigable.

'Ya en el interior, recomendamos iluminar de adentro hacia afuera, es decir, que desde la perspectiva de la casa la luz exterior permita crear vistas que vayan más allá de las ventanas', abundó.

Formas y colores
La diversidad de ambientes exteriores que se pueden encontrar, que van desde un patio hasta un jardín o una piscina, requiere del ojo del especialista para enaltecer los mismos, así como la arquitectura del lugar.

'Pienso que la diferencia principal entre estas atmósferas son las texturas, los colores y los materiales. Por ejemplo, un patio generalmente es plano y tiene materiales duros, está limitado por muros de forma muy evidente y habría que ver qué queremos destacar, si una pared o una escultura que se pueda encontrar en él', comentó Diederichsen.

En tanto, el agua de una piscina funciona incluso sin luz, ya que se convierte en un espejo que puede reflejar la arquitectura del lugar.

'Si le agregamos luminotecnia, la alberca se transforma en una gran caja de luz con la que podemos jugar dependiendo del lugar donde se encuentre y de los materiales en su interior', precisó.

Los jardines podrían ser una cuestión más compleja, pues se trata de elementos irregulares que pueden presentar, o no, una gran variedad de colores y texturas.

'En estos casos hay que partir de una realidad: lo natural es la oscuridad. Es algo que necesitan las plantas y los animales para funcionar de forma adecuada.

'Todo lo que hagamos con luz es una puesta en escena del entorno inmediato de la casa, pero procurando no lastimar con ella a las especies que habitan el jardín', explicó.

Lo importante es reconocer que los excesos en el uso de este recurso no son favorables para el entorno ni para la estética, mientras que una iluminación bien diseñada tiene la capacidad de fundirse con la naturaleza que acentúa.

'Lo más complejo es encontrar el punto de equilibrio entre iluminar demasiado --como en algunas ciudades de Estados Unidos-- o muy poco. Curiosamente, a mí me gusta mucho la oscuridad y prefiero iluminar menos, pero con mucha fuerza conceptual', finalizó el experto.