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Aseguran que esclava sexual del Príncipe Andrés fue presentada a la Reina Isabel II

  • 05 enero 2015 /

Virginia Roberts asegura que fue obligada a mantener relaciones sexuales con el Duque de York tres veces cuando tenía 17 años.

Londres, Inglaterra.

El caso del Príncipe Andrés y la exesclava sexual Virginia Roberts, conocida judicialmente como Jane Doe 3, va tornándose cada vez más complicado para el Duque de York.

El tercer hijo de Isabel II ha tenido que suspender sus vacaciones de esquí en Suiza, donde se solazaba junto a sus dos hijas y su ex esposa Sarah Ferguson, para preparar su defensa en Londres.

Roberts, de 30 años, ha asegurado a la fiscalía federal que fue obligada por el magnate Jeffrey Epstein a mantener relaciones sexuales tres veces con el Duque de York cuando tenía 17 años y era menor de edad.

La crisis que ha abierto su testimonio ha obligado a Buckingham a emitir tres comunicados de desmentido desde el pasado viernes, algo inhabitual.

El tercer comentario de palacio ha sido para desautorizar al padre de Virginia Roberts, quien ha asegurado a la prensa tabloide inglesa que su hija le contó que estaba «muy emocionada» después de haber sido presentada a Isabel II en Londres. «No hay nada que sugiera que eso es verdad. No tenemos registros de ese encuentro», ha zanjado Buckingham.

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Durante el fin de semana también se ha publicado que Epstein habría pagado 10.000 libras a Virginia Roberts por dormir con el Duque de York en 2001 en Nueva York, donde primero le habría dado un masaje erótico y luego mantuvieron relaciones.

El Duque de York aseguró el pasado viernes que nunca ha tenido contactos sexuales con menores y un comunicado de palacio lo ha remarcado así: «Negamos enfáticamente que el Duque de York haya tenido cualquier forma de contacto sexual o relación con Virginia Roberts. Cualquier testimonio en sentido contrario es una falsedad sin fundamento».

Pero lo cierto es que existe una fotografía de Andrés junto a la joven, a la que toma por la cintura en presencia de Ghislaine Maxwell, que hacía de madame para la trama de abuso de menores de Epstein. Hasta que cayó en desgracia al ser condenado en 2008 a 18 meses de cárcel por acostarse con una prostituta menor de edad, el magnate financiero era uno de los hombres mejor relacionados de Estados Unidos.

Epstein ha mantenido durante años una relación estrecha con el Duque de York, que tuvo que dejar su cargo de embajador comercial del Reino Unido al descubrir la prensa inglesa que seguía compartiendo días de asueto con el financiero después de que fuese condenado por pedófilo.

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Se dice que el Duque de York y Bill Clinton intermediaron en 2008 para que el acusado lograse un acuerdo benevolente con la fiscalía, en ese apaño judicial se habría fijado la futura inmunidad de los amigos Epstein que pudiesen aparecer en el futuro como beneficiarios de los favores sexuales de las menores.

Virginia Roberts, de 30 años y madre de tres hijos, residió largo tiempo en Australia y hoy vive en California. Se fugó de casa a los once años y trabajaba a los quince como asistente de vestuario en un club de Donald Trump, en Florida. Era una chica guapa, de ojos claros y talante afable.

Allí fue descubierta por una mujer del mundillo de la jet, Ghislaine Maxwell, hija del malogrado magnate de la prensa británica Robert Maxweell, fallecido en su yate en extrañas circunstancias. Ghislaine, que hoy tiene 53 años, actuaba de «madame» para conseguir menores para Epstein, que las forzaba él mismo y también las utilizaba como un servicio para sus influyentes amistades, a los que se sospecha que a veces chantajeaba con los lances sexuales.

Su espectacular agenda ha revelado que poseía, entre otros, los teléfonos personales y direcciones de correo de Blair, del ex primer ministro israelí Ehud Barak, Ecclestone, Larry Summers, Barbara Walters y Bill Clinton, un asiduo a su isla privada, donde la joven dice que tuvo lugar una orgía con menores a la que asistió el Duque de York.

Tras ser captada en el club, Roberts entró en el turbio universo del multimillonario Epstein. Contratada como teórica «masajista», pronto se le explicó la naturaleza de los masajes, con los que atendió a numerosos e influyentes amigo de su jefe. Recorría el mundo en el jet privado del magnate y conoció a multitud de personajes relevantes.

A los 19 años fue enviada por su jefe a un curso de masajes en Australia. Allí trabó amistad con un profesor de artes marciales y en solo diez días se casó con él. Fue tal vez un modo de huir del círculo de abuso de menores en que estuvo inscrita entre 1999 y 2002. Tomado del ABC.