Alumnos de Yoro quedaron atrás en español y matemáticas

San Pedro Sula, Honduras.

Los estudiantes de los centros educativos del departamento de Yoro están entre los grupos con los peores puntajes de rendimiento en las áreas de español y matemáticas a nivel nacional.

El informe sobre desempeño académico, realizado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y la Secretaría de Educación también analizó la realidad de aquellos departamentos que están en el sentido opuesto de Ocotepeque y Copán, que puntean como los mejores de Honduras.

Luego del cierre masivo de centros escolares durante 2020 y 2021, Honduras fue uno de los últimos países a nivel mundial en retomar clases presenciales en 2022.

Esta interrupción prolongada generó una brecha en el aprendizaje y la evaluación realizada representa la primera medición estandarizada para entender el impacto. El estudio involucró a 72,424 estudiantes de 3,197 centros educativos, de tercer, quinto y octavo grado a nivel nacional.

En Yoro se llevó a cabo la evaluación de 3,384 alumnos de tercero y quinto grado, así como de 1,088 estudiantes de octavo grado, pertenecientes a 62 centros educativos.

El puntaje general obtenido fue de 255, ubicándolos siete puntos por debajo de la media nacional y colocándolos en el decimoquinto lugar entre los departamentos mejor evaluados.

Destacaron los estudiantes de tercero y quinto grado del municipio de Morazán por su desempeño en español, así como los de octavo grado en El Progreso. Por otro lado, Sulaco mostró el peor rendimiento en los tres grados evaluados.

El Progreso registró puntajes de 257 en tercer grado, 333 en quinto y 321 en octavo, superando la media nacional. En cuanto a matemáticas, los estudiantes de El Negrito sobresalieron en tercer grado con 259 puntos, mientras que en quinto grado el mejor desempeño fue para Victoria con 220 puntos y en octavo grado para Yorito con 221 puntos.

En contraste, El Arenal mostró los peores resultados con 208 puntos en tercer grado. El Progreso destacó en matemáticas en tercer grado, superando tanto el promedio nacional como el departamental, mientras que en quinto y octavo grado se ubicó por debajo de dichos promedios.

La problemática en Yoro es compleja. Para comprender mejor los factores que contribuyen a la reprobación académica de sus estudiantes, LA PRENSA Premium realizó visitas de campo en zonas de la región.

Se identificaron varios elementos que podrían estar influyendo negativamente en el desempeño educativo de los jóvenes. Entre los principales hallazgos están la infraestructura escolar inadecuada, escasa integración de tecnología en aulas, persistencia de arraigos culturales e indígenas en áreas rurales y la fractura de la estructura familiar.

Expertos coincidieron en que estos factores y otros ejercen una influencia en el entorno educativo de Yoro.

Desde la visión del sociólogo y docente jubilado Jorge Alberto Larios, en la era actual, aunque la tecnología indudablemente aporta numerosos beneficios, también presenta distracciones notorias, absorbiendo la atención de la juventud e impidiendo cumplir con sus responsabilidades.

“El fundamento de matemáticas radica en la lógica y constituye una disciplina, impregnada de filosofía; sin embargo, observamos que en regiones como la costa norte, los jóvenes enfrentan distracciones que les impiden concentrarse en su desarrollo”, apuntó el académico.

Para Larios, es crucial el dominio de matemáticas y español para el progreso en cualquier campo. La fluidez en operaciones básicas, la lectura y escritura adecuadas, así como la comprensión lectora, son habilidades que deben dominarse para evitar lagunas de aprendizaje.

“Si los padres no logran inculcar en sus hijos la importancia de enfocarse en sus responsabilidades, será difícil que alcancen metas. Es esencial enseñar desde temprana edad el valor de asumir responsabilidades, ya que el sistema educativo está diseñado para personas con coeficiente normal. Hay que considerar también el contexto de centros educativos en todas sus etapas en Yoro, que, a pesar de ser un departamento con una rica historia y una división política prominente en Honduras, enfrenta desafíos educativos”, cuestionó.

Gloria Aguirre, consejera de un centro educativo en el sector de El Progreso, reflexionó que esta región tiene una población intercultural, con condiciones sociales vulnerables, lo que resulta en una postergación de la educación y limitado acceso a procesos formativos y tecnología.

“En algunos casos, nos encontramos con la situación de contar con un solo maestro por centro educativo. Como país, es imperativo que revisemos y armonicemos la conexión entre matemáticas y español en el currículum escolar, realizando los ajustes necesarios para mejorar la calidad educativa”, instruyó.

Alberto Vásquez, docente de español, mira estos resultados como “desalentadores”, por lo que es consciente del verdadero desafío que enfrentan como docentes.

“Si un estudiante aprende a leer y comprender, estará mejor preparado para seguir instrucciones y comprender lo que se le solicita”, dijo.

Por su parte, Oneyda Marquina, directora de centro educativo en Agua Blanca Sur, en el sector rural de Yoro, comentó que “estamos comprometidos en fortalecer el aprendizaje de nuestros estudiantes. En colaboración con Fundación Terra, hemos implementado programas de refuerzo en el área de matemáticas y recibimos apoyo de Usaid para mejorar los conocimientos en español”.

La directiva escolar amplió que, aunque en muchos casos cuentan con personal docente altamente calificado, se enfrentan a limitaciones económicas que impactan directamente en la calidad de la educación que pueden ofrecer.

Entre otros obstáculos, estudiantes aún llegan a pie o a caballo a los centros, lo que dificulta su acceso regular; lidian con problemas de suministro de agua y energía en instalaciones; muchos jóvenes optan por trabajar en la agricultura, hay una escasa inversión en tecnología y crecer la ausencia de atención y apoyo en los hogares.