La última cena, una de las obras más reconocidas en el mundo, también fue trabajo de Leonardo da Vinci, según archivos históricos este habría sido un encargo del Duque de Milán Ludovico Sforza en 1482 pero el pintor no comenzó a trabajar en la obra, si no hasta 1495 tardándose unos tres años en elaborarla, según los expertos en arte, la manera en la que el plasmó con su lienzo las emociones de todos los discípulos y Jesucristo mismo, en ese momento histórico donde él anunció que le traicionarían, es lo que otorga un lugar muy especial a su creación sobre sus otros trabajos.