Biografia de Alexander McQueen
La mañana del 11 de febrero de 2010 la policía londinense confirmó una noticia que todos se resistían a creer.
Alexander McQueen, de 40 años, se suicidó un día antes del funeral de su madre, quien había fallecido a causa de cáncer.
él no pudo con ese golpe, tomó un coctel de cocaína y pastillas y se ahorcó en su piso de Mayfair. En una fatal decisión, el último chico rebelde de las pasarelas acabó con su vida y con una de las carreras más brillantes y controversiales del Fashion System.
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Lee Alexander McQueen nació hace justo 51 años, el 17 de marzo de 1969, en el barrio East End de Londres. Su padre era taxista y su madre profesora de genealogía. Aunque estudió en un colegio de varones, eso no le impidió llenar sus cuadernos con sus primeros bocetos de diseños femeninos. Utilizaba el dinero de su mesada para comprar telas, confeccionar prendas y probárselas después a sus hermanas mayores. Lee, como le llamaban en casa, reconoció desde muy joven su homosexualidad lo que le convirtió en el blanco perfecto de sus compañeros que le hicieron vivir los crueles efectos del bullying.
A los 16 años dejó la escuela y entró a trabajar como aprendiz en una de las sastrerías más importantes de Savile Row, Anderson & Sheppard. Posteriormente ingresó al Central St Martins College of Art and Design y se convertiría en el más brillante de su generación. Justo al terminar su posgrado en St Martins, donde posteriormente sería maestro, presentó una increíble colección inspirada en la figura de
Jack El Destripador. Fue entonces cuando los grandes ojos de la cazatalentos y editora de moda
Isabella Blow se fijaron en él. Segura que su olfato no le fallaría,
Isabella adquirió la colección completa y se convirtió en mecenas de McQueen. Sus primeros trabajos fueron para Gieves & Hawkes y luego colaboró con Romeo Gigli y Koji Tatsuno.
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En 1993 presentó su primera colección como Alexander McQueen, la que denominó Taxi Driver, pronto su nombre traspasaría fronteras por su estilo irreverente y su visión subversiva del mundo de la moda. En 1996 fue fichado como director creativo de Givenchy, una experiencia que culminaría en el año 2000 ya que argumentaba que la firma francesa limitaba su creatividad. él prefería la libertad que le daba su marca, su estilo era una combinación entre su lado travieso y punk lo que lo convirtió en un ícono de la Cool Britannia. Junto a su inseparable Sarah Burton, pieza vital de su equipo creativo, Lee hacía temblar las pasarelas.
Con un pasado tormentoso y serios problemas de autoestima a cuestas,
Alexander McQueen llegó a la cúspide de la moda. Pero cuanto más dinero y fama acumulaba mayor era su ansiedad. El enorme ritmo de trabajo que adoptó al sustituir en 1996 a Galliano en Givenchy lo compensaba con drogas. Se dice que con el éxito se volvió violento, anárquico e impredecible. Todo eso se escondía detrás de esas pasarelas irreverentes en las que impuso un sello único e irrepetible.
"Mis shows son sobre sexo, drogas y Rock and Roll. Son para la emoción y la piel de gallina. Quiero ataques al corazón. Quiero ambulancias", decía.
A ciencia cierta nunca se sabía con lo que el mago de la moda aparecería, en una ocasión lanzó a modelos con lobos en las pasarelas, utilizó armaduras y máscaras para ocultar algunas supermodelos reconocidas o cubrió el runway con nieve. McQueen presentaba sus desfiles en París pero nunca se sintió realmente como en casa. Extrañaba a sus amigos, Londres y a sus perros. Pero mientras su carrera iba en ascenso su vida privada era un desastre, su mala alimentación y el alcohol lo hicieron engordar.
Decidió contrarrestarlo con una liposucción y se puso un anillo gástrico para no engordar. En el verano del 2000 se casó con
George Forsyth, director de documentales, en un yate en Ibiza. El matrimonio terminó un año después. Una de sus relaciones más tormentosas fue con su amiga
Isabella Blow. En realidad era una relación de amor y odio que Alexander decidió terminar abruptamente.
Blow se sintió traicionada y pronto acabaría suicidándose al ingerir un bote de insecticida. En su funeral McQueen se lamentaba: "
pude haber hecho más por ella". A pesar de ese capítulo amargo,
McQueen siguió adelante, ganó muchos premios y en octubre de 2003 fue nombrado
Caballero de la Orden del Imperio Británico. La reina Isabel II le entregó el título de Comandante de la Orden del Imperio Británico que recibió de mala gana en el palacio de Buckingham, solo para complacer a sus padres.
Siempre desafiante e innovador, su vida continuó entre moda y drogas. Algo lo atormentaba pero no fue hasta cuatro años antes de morir que decidió revelarlo. En una inesperada confesión, Lee contó a su hermana Janet que su primer esposo abusó de él en repetidas ocasiones cuando apenas era un niño de 9 años. La noticia sobre su exesposo fue como un balde de agua fría para ella y una liberación para él. En octubre de 2009 presentó su colección SS 2010. Nadie imaginaba que aquella pasarela en la que sorprendió con diseños entre alienígenas y reptiles, de una fusión de moda y tecnología sería la última.
Ahí presentó los ya míticos zapatos armadillo que posteriormente
Lady Gaga inmortalizaría en su video de Bad Romance. El 8 de febrero de 2010, Alexander habló con su sobrino Gary y le pidió que diseñara una lápida con un diseño de un ángel para su madre. Luego llamó a su hermana Janet y le dijo que la amaba. Los días siguientes consumió cocaína, tomó píldoras para dormir y ansiolíticos, los que no calmaron su pena. Solo y angustiado, decidió cortarse las muñecas, pero no funcionó por lo que optó por colgarse en su departamento en Londres.
Su cuerpo fue encontrado por uno de sus empleados, junto a una vela que seguía encendida y una carta en la que pedía perdón y que lo enterraran en la iglesia. Así terminó la historia del chico malo de las pasarelas, el irreverente creador de una marca que con su inventiva y vanguardia revolucionó el mundo de la moda.