Bonilla recomienda consumir alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E, que favorecen y prologan el bronceado. De acuerdo a la experta, algunos productos como las zanahorias, la sandía, los tomates o el melón, ricos en betacarotenos, estimulan la pigmentación de la piel y hacen que el color dorado perdure más tiempo.
Días antes del viaje a la playa es necesario exfoliar el rostro y limpiar así las capas exteriores de la piel. "Aceites y plantas naturales son los ideales para este primer paso" dice nuestra entrevistada, quien además hace énfasis en el uso de un bloqueador solar de SPF alto para prevenir las agresiones de los rayos solares y que debes reaplicar como mínimo, cada dos horas. Tampoco puedes omitir la regla de beber al menos dos litros de agua para hidratar la piel desde adentro.
Al finalizar la ardiente jornada bajo el sol sugiere limpiar suavemente el rostro y limpiar los resto de sal, arena y crema solar, que pueden obstruir los poros y provocar los brotes de acné. Lávate el rostro con un gel suave que tenga un pH neutro, sin jabón ni perfume.
Bonilla sugiere aplicar posteriormente una mascarilla hidratante, calmante y regeneradora. Siempre y cuando sea propia para tu tipo de piel. "Una de las más efectivas son las elaboradas con aloe vera", asegura.
Si tienes el rostro enrojecido y sensible por la exposición solar, aplica de inmediato un after sun calmante que refresca la piel y además evitara la aparición de arrugas. Prefiere aquellos que contienen aceite esenciales de jazmín y romero, aloe vera o con péptidos.
Hidratar la piel constantemente es el siguiente paso a seguir, ello te garantizará un rostro suave, radiante y bronceado por más tiempo.
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Lo que no puedes perderte en Roatán http://bit.ly/1pXo2gwPosted by Estilo on Wednesday, March 23, 2016