Estaba acostumbrada a estar en casa, con mi gente, pero todo estaba a punto de cambiar. Me sentía ansiosa por no saber lo nuevo que estaba por llegar. Lloraba y suplicaba por no tener que dejar mi familia y mi hogar.
De repente, en un momento que nunca olvidaré, mi querida abuela me hizo recapacitar, "eres una reina, lista para conquistar", me dijo con un tono de autoridad. En ese momento comprendí la verdad. Todas las lecciones anteriores me prepararon para ese momento. Una maravillosa oportunidad para crecer y madurar.
Me sequé las lágrimas y me dispuse a partir, con paso firme, hacia adelante y sin detener-me, con ese consejo haciendo eco en mi corazón. Para ser una reina no necesitas una corona y mucho menos sangre azul, lo que debes procurar es brillar al máximo y conquistar el mundo. Ser una reina conlleva muchas responsabilidades, para convertirte en una de ellas debes reunir ciertos requisitos, aquí los más importantes:
1. Carácter. Una reina debe tener mucho carácter y sabiduría para tomar las mejores decisiones. Tu carácter debe ser fuerte, decidida a hacer siempre lo correcto, de forma objetiva y justa. Expresa tus opiniones y defiende lo que piensas con firmeza, pero sin irrespetar las de los demás.
2. Seguridad en ti misma. La seguridad surge del pensar positivo. Las personas positivas y seguras de sí mismas inspiran a las demás y las oportunidades parecen ir a su encuentro más a menudo. Así que cree en ti misma, recuerda siempre que saber lo que quieres y valorar lo que tienes es muy positivo para ti y además se convierte en imán de éxito.
3. No seas una diva. Comportarse como una reina no es lo mismo que ser una diva. Una diva es caprichosa y egoísta, piensa que es superior a otras personas y que todos le deben pleitesía, mientras que una verdadera reina actúa con modestia, sabe que ella es igual a todos y trata a las personas con respeto y consideración.
4. Aprende de tus errores. Nunca tengas miedo de perder, reconoce que eso es solo una oportunidad para perfeccionar la estrategia. Las reinas suelen per-der en muchas ocasiones y saben cómo aprender de ello para hacerlo mejor la próxima vez. Las derrotas son los pasos hacia la grandeza.
5. Inspira a los demás. Ayuda a otros cuando más lo necesitan. Brinda apoyo y palabras de sabiduría a la gente que te rodea. Reparte alegría, sé solidaria, únete a una causa y cambia un poco el mundo que te rodea. Recuerda que para hacer feliz a otros necesitas ser feliz contigo mismo.
6. Practica buenos modales. Los modales reflejan quién eres y de dónde vienes. Pide siempre las cosas por favor y no olvides agradecer. Trata a otros con paciencia y respeto, especialmente a aquellos que no lo hacen, así marcarás la pauta y contagiarás a los demás. Sé discreta, sonríe y cuida tus gestos y postura. Nunca quitarse la corona es fundamental.
7. Sé humilde. Elimina toda arrogancia de tu carácter y aprende a reconocer las capacidades y las debilidades de los demás. Sé amable con todos los que te rodean, sin excepción. Sé considerada y ponte siempre en los zapatos de los demás. El mayor signo de la grandeza es la humildad.
8. Sé diplomática. Escucha atenta cuando alguien te habla, interésate por los demás, sé educada, no grites nunca y piensa bien antes de hablar, tus palabras pueden causar daños irremediables. Y es que si te de-jas llevar por los impulsos, luego puedes arrepentirte. En toda situación procura usar tacto y sensibilidad.
9. Cuida tus palabras. Esfuérzate por expandir y mejorar tu vocabulario. Lee mucho y pronuncia cada palabra de forma elocuente. Procura no usar malas palabras y nunca participes en chismes o pláticas denigrantes. Que tus conversaciones sean siempre positivas y enriquecedoras. Recuerda, una reina siempre sabe lo que dice.
10. Busca amigos reales. Invita a tu castillo amistades de otras familias reales. Rodéate de personas humildes y genuinas con valores en común. Busca amistades con las que puedes ser tú misma y crecer de forma positiva. Evita a las personas pesimistas, negativas y criticonas que nos arrastran con ellas.