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Los padres sí tienen un hijo favorito

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No importa cuantas veces tus papás digan que no tienen un hijo favorito, la verdad es que si lo tienen y la ciencia lo ha comprobado.

25/nov 2016

La mayoría de los papás en el mundo tienen un hijo favorito y es algo que está fuertemente conectado en el cerebro humano. Y la ciencia finalmente ha logrado confirmarlo.

En un estudio reciente, Catherine Conger, una profesora de Desarrollo Humano y Comunitario en la Universidad de California, visitó a un grupo de 384 pares de hermanos y a sus padres tres veces al año, grabando en video mientras solventaban conflictos. Los investigadores encontraron que el 65% de las madres y el 70% de los padres mostraron favoritismo por uno de sus hijos.

El internet está lleno de adultos que saben que eran el hijo menos querido de sus padres. En su blog, ¨The Fisky¨, Daisy Barringer afirma que cuando estaba pequeña ella era la menos querida de sus hermanos por parte de su madre.

¨Cuando estaba pequeña, estaba convencida que mi madre me odiaba. Entre mis dos hermanos mayores y yo, estaba segura que yo era a la que menos quería.... Mi madre quería una hija perfecta, una que sostendría su mano, llevaría vestidos con volantes y que le adoraría. En lugar de eso ella me tuvo a mí. Yuxtapuesto a esto mi hermano mayor, nueve años mayor que yo, fue forzado a madurar a temprana edad después que mi padre nos abandono. Todd era tímido pero inteligente. Un atleta. Bien educado y bien portado. Por lo que sé, lo peor que hizo en la escuela secundaria fue hacer skateboard en lugares ilegales. (Yo estaba tomando ácido antes de mi primer año de secundaria.)¨

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Ser el hijo menos favorecido puede llevar a serios desordenes psicológicos. La psicóloga de desarrollo Clare Stocker estudió el favoritismo de los padres en 136 familias y les dio seguimiento por cuatro años. Encontró que el hijo menos favorecido tenía tendencia a desarrollar ansiedad, depresión y baja auto estima, lo cual no es difícil de comprender cuando un hijo se siente relegado mientras sus hermanos reciben cumplidos, adoración y el amor que ellos anhelan. Un niño como éste siente que es una decepción, que se piensa que consistentemente actúa de forma maliciosa, tiene el sexo equivocado o que no llena las expectativas de sus padres.

Uno puede especular cómo en el caso de los hijos únicos, los padres podrían querer sus contrapartes -los hijos que habrían querido tener en vez de los que tuvieron- en mayor o menor medida.

Pocas personas confrontan a sus padres acerca de no recibir el amor paternal que habrían recibido de haber sido una persona diferente y por una buena razón: Este tipo de confrontación conduce inevitablemente a la negación.

Amamos a distintos individuos de forma diferente y a los mismos individuos de forma diferente en diversas horas.

El favoritismo está destinado a suceder, al igual que los diversos grados de amor de los padres. El truco es no dejar que brillen a través de sus acciones, porque nadie quiere sentirse como el niño menos querido. Y, sin embargo, la creación de un filtro a través del cual purifiquemos nuestras acciones es más fácil decirlo que hacerlo.

Fuente: Oxford University Press vía Psycology Today

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