Anímate, tú también puedes lucir las tendencias actuales, que van desde el contouring hasta el smokey de colores, con movimientos precisos y un poco de imaginación. ¿Cuál quieres probar? Para esculpir y definir las facciones del rostro prueba el contouring, que tal como nos explica la experta Alejandra Amaya, maquillista certificada en New York, se consigue utilizando distintos tonos de polvos que enfatizan luces y sombras y se ha popularizado gracias a centenares de productos que facilitan la tarea.
La regla básica es que los tonos claros resaltan y los más oscuros profundizan. Amaya agrega que otra de las técnicas que está causando furor es el strobing, que busca conseguir una piel lumi-nosa, jugosa, como barnizada, "ayuda a eli-minar los rostros apagados, estresados y cansados. Es muy usado en las pasarelas y las alfombras rojas". Lo que se necesita para lograrlo es un iluminador y colorete.
Otra técnica no menos interesante es el baking que "promete cubrir al máximo imperfecciones como manchas, poros di-latados y líneas de expresión, consiguien-do un acabado muy suave y natural" explica.
Todo se basa en aplicar mucho polvo de maquillaje y dejarlo actuar por algún tiempo para que penetre en la piel, dejan-do una apariencia mucho más fina y con una larga duración, resistente a cualquier actividad que realices durante el día. Y pa-ra lograr unos ojos llamativos y seductores qué mejor que un toque electrizante smokey de colores, una manera divertida y fácil de jugar con la paleta de sombras.
El baking permite un maquillaje de apariencia más fina. Primero maquíllate como lo haces normalmente, aplican-do tu corrector y base habitual. Después, aplica una buena cantidad de corrector debajo de los ojos y extiéndelo hacia las sienes. Aplica una buena capa de polvos traslú-cidos sobre el corrector y déjalo actuar o "hornear" durante unos diez minutos. Después barre los polvos translúcidos con una brocha, haciendo movimientos cortos pero firmes.
El contouring Se usa iluminando el centro de la frente y la barbilla y aplicando el tono más oscuro a ambos lados de la frente, hacia las sienes; bajo el pómulo, para marcarlo, y bajo la barbilla para definir el óvalo facial. Termina con un toque de iluminador en la parte superior del hueso del pómulo y sobre el arco de Cupido, en el labio superior.