Conversamos con Cinthia Lozano, fundadora de The Winery, quien comparte algunas de las tendencias que cobran fuerza y que te permitirán disfrutar sin restricciones tu próxima copa de vino.

La copa ideal
El tamaño, la forma, el pie, el diámetro del borde y el cristal son elementos clave que definen el tipo de copa y pueden afectar nuestra percepción del vino. Según conocedores, la firma austriaca Riedel elabora algunas de las mejores copas del mundo. Descubre cuál es la adecuada para degustar cada tipo de vino.

En busca del equilibrio
Existen ciertos patrones que definen la calidad del vino. El más importantes es el equilibrio, que no es más que la relación de sus cuatro elementos esenciales: dulzor, acidez, tanino y alcohol. En un vino equilibrado ninguno de ellos predomina sobre otro, es decir, nada resalta al probarlo. El secreto para saber si algún elemento desentona es acompañar el vino con comida. Si es equilibrado, acompaña perfectamente la mayoría de tus platos favoritos.

Go green
La sostenibilidad es el nuevo lujo, y eso aplica también en el mundo del vino. "Es una manera de llegar a esa nueva generación de consumidores preocupados por el futuro del planeta. Existe una tendencia hacia un consumo de menor cantidad pero mayor calidad entre estos nuevos amantes del vino, lo que se traduce en un compromiso humano y ambiental que empieza con un cambio de mentalidad por parte de los productores. Hay más bodegas preocupadas por borrar su carbon footprint, vinos orgánicos de todo tipo, y una forma de vida más sostenible. El verde estará muy presente en la copa, aunque no lo veamos", dice Lozano. Otra buena razón para elegir un vino orgánico es que las uvas de las cosechas ecológicas contienen más vitamina C, hierro, fósforo y magnesio, además se metabolizan mejor por lo que podrían evitar o disminuir la resaca.

¡No esperes más!
La mayoría guarda siempre una botella de espumante para destaparlo en una celebración extraordinaria, mientras, otros asumen que todos los vinos mejoran con los años, y entre más tiempo lo guarden mejor sabrá. Lo cierto es que como explica Lozano, "los espumantes ya no se reservan para una ocasión especial. Poco a poco empiezan a formar parte de nuestro día a día, como debe ser, y cada vez nos cuesta menos pedir una copa de burbujas en el restaurante o abrir una botella en casa simplemente porque sí".
¿Qué esperas? Cheers!

En lata, porfavor
Aunque muchos se resisten a abandonar el hábito placentero de descorchar una botella, a raíz de la pandemia, la producción y el consumo de vino en lata se ha incrementado y popularizado a nivel global. Esta moderna presentación resulta más conveniente, ya que la lata mantiene la calidad y el sabor de la bebida, permite un enfriado más rápido y su portabilidad se adapta toda clase de experiencias, desde un picnic hasta un concierto. "Es un envase fácil de transportar y de consumir (de una vez) en cualquier momento y lugar, permite jugar con el diseño y es capaz de atraer a un público más joven: poco alcohol y un toque espumoso", dice Cinthia, quien agrega, "estas tendencias son más que todo aplicadas para los centennials. Se trata, en definitiva, de hacer que el vino sea algo relevante para la próxima generación de consumidores".
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