El Lago, como se le dice popularmente, es parada casi obligatoria para los viajeros que transitan la carretera del norte. Sus numerosos puestos y restaurantes especializados en pescado frito, han creado un "culto" de verdaderos fanáticos a la tilapia
y el bass fritos, coronados con el abundante encurtido muy propio de Yojoa.
En los últimos años, las enormes riquezas naturales que proporciona el entorno han propiciado el surgimiento de nuevas ofertas
turísticas. Hoteles de todos los precios y sabores están presentes; desde aquellos con vista al lago y elegantes habitaciones (como Honduyate Marina y su famoso platillo Fish and chips) u otros en medio de haciendas o en fincas de café y hasta en las cimas del bosque nublado.
Si es de los que prefiere pasar la noche en medio del bosque, le recomiendo el Centro de Visitantes Los Pinos, en Cerro Azúl Meámbar; O si le gusta la cerveza hecha en casa, le recomendamos ir a D&D; un pequeñísimo hotel y restaurante rumbo al pueblo de El Mochito y donde el dueño elabora diferentes tipos de cerveza…¡así como lo lee! Por eso y más, en su próximo viaje por la carretera al norte, no olvide hacer parada en el Lago de Yojoa.
