Alexander de Suecia nació en abril de este año, pero ya es candidato para el título del príncipe más adorable de la realeza europea.
El angelical miembro de la realeza de apenas cinco meses de edad, fue bautizado esta semana en una ceremonia tradicional en la iglesia del palacio de Drottningholm, cerca de la residencia de verano de la familia real sueca.
Llevó el mismo vestido de bautizo que decenas de miembros de la realeza sueca antes que él, entre ellos el príncipe Gustaf Adolf en 1906 y su propio padre, el príncipe Carlos Felipe.
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