Brotes de acné, resequedad, arrugas, retención de líquido bajo los ojos... algunos problemas de la piel del rostro pueden originarse en lo que comemos. Aquí, la lista de los alimentos que debes eliminar o consumir con moderación para evitar esos efectos colaterales.
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DULCES. Todos podemos caer ante la tentación de un chocolate, pero el consumo frecuente de dulces puede propiciar o empeorar muchas afecciones comunes de la piel como el acné, la rosácea, eczema y psoriasis, asociándose también con signos prematuros de envejecimiento de la piel. Esto aplica también a jugos de frutas, barras azucaradas y toda clase de treats azucarados.
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PICANTE. Las comidas picantes son de los grandes favoritos, especialmente de los latinos, sin embargo su consumo frecuente puede generar efectos secundarios en la piel como la rosácea. Según una investigación cosmética y clínica en dermatología en el Hospital Mount Sinai de New York, cualquier alimento que provoque la dilatación de los vasos sanguíneos y enrojecimiento puede desencadenar rosácea por primera vez o provocar un brote. Esto implica especialmente salsas y alimentos picantes y alcohol.
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LÁCTEOS. Estudios publicados en 2017 en el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, demuestran una conexión entre el acné adulto en las mujeres y el consumo de leche de vaca,especialmente leche desnatada. Esto se debe a que los lácteos pueden agudizar cualquier cualquier condición, como el acné, que involucre inflamación de los tejidos.
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FAST FOOD. La comida rápida es también enemigo de la piel. Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition afirma que las grasas que contienen son causantes de la aparición de células inflamatorias en el tejido, que al oxidarse crean radicales libres se traducen en problemas que van desde acné hasta arrugas prematuras.
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CARBOHIDRATOS REFINADOS. Se ha demostrado que existe un vínculo entre la inflamación y cualquier carbohidrato refinado como pasta, pizza, arroz blanco, pan, bagels, todos los que contengan un alto índice glucémico. Un estudio publicado en 2016 en el Journal of the American Academy of Dermatology encontró una conexión entre el acné y los alimentos con alto índice glucémico. Prefiere siempre las versiones integrales de esos productos.
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POLLO FRITO. La mayoría disfruta una pieza de pollo frito, dorado, crujiente. Pero antes de esa primera mordida piensa que tu cutis odia esas grasas trans que contiene y que pueden promover la inflamación y el acné.
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REPOSTERÍA. Pasteles, bollería y postres con grandes dosis de grasas y azúcar dejarán su huella en tu piel. No queremos decir que debas renunciar definitivamente a ellos, pero el abuso de esos productos eleva el azúcar en la sangre rápidamente, lo que provoca inflamación y desencadena la glicación, endureciendo las fibras de colágeno; dejando la piel menos tersa y provocando arrugas a corto plazo.
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PRODUCTOS PROCESADOS. Amamos los sandwiches de jamón o peperoni; los perros calientes y las rebanadas de embutidos, lo cierto es que están absolutamente cargados de sodio que causará retención de agua e hinchazón, particularmente alrededor de los ojos.
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PROTEÍNA. Los batidos de proteína son excelentes para fortalecer y reparar los músculos después de una intensa sesión de entrenamiento con pesas, pero las investigaciones sugieren que algunos tipos de proteínas pueden desequilibrar la piel. En particular se ha demostrado que la proteína de suero de leche causa brotes de acné. Limita su consumo al mínimo.
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PAPAS FRITAS. Es difícil resistirse a unas papas fritas calientes y crujientes. ¿Valdrá la pena? La verdad que para tener una piel sana necesitamos que el sistema circulatorio también lo esté para que la dermis pueda recibir el oxígeno adecuado. Las frituras dificultan que ese proceso se cumpla y entre todas sus consecuencias negativas cabe mencionar que aumentan la oleosidad del rostro, disminuyen la síntesis de colágeno y elastina e incrementan la aparición de acné y puntos negros. ¿Aún quieres comerlas?
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ALCOHOL. Es el mayor culpable de la deshidratación de la piel y el rostro es donde lo notarás inmediatamente. Mide tus copas en el happy hour ya que el consumo excesivo del alcohol reduce los niveles de oxígeno y la producción de colágeno, lo cual se evidencia en pérdida de brillo, elasticidad y firmeza.
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SODAS. Los refrescos de soda son los grandes enemigos de la piel. No solo aumentan centímetros a tu cintura sino que hacen daño a tu piel. Deshidratan, inflaman y le restan brillo al rostro. Elimínalas de tu dieta y prefiere agua, mucha agua con rodajas de limón, naranja o fresas, notarás el cambio en pocos días.