El primer gran milagro de la Virgen de Suyapa se manifestó en 1768, cuando el capitán Joseph de Celaya, padeciendo del entonces llamado “mal de piedras”, mandó a que le llevaran a su lecho la imagen. Él le prometió a la Virgen que, si lo curaba de aquel tormento que sufría, le construiría un templo en la Aldea para oficiar misas en su honor durante todo el año. El milagro se dio y el capitán cumplió su promesa.