Como primer paso, es importante reconocer los signos de un golpe de calor para actuar rápidamente. Estos incluyen una temperatura corporal extremadamente alta (por encima de 40°C), piel roja, caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y pérdida de consciencia. Si alguien muestra estos síntomas, busca atención médica inmediata. Prevenir un golpe de calor es cuestión de estar bien informado.