Es un poderoso antioxidante, posee un alto contenido de vitaminas A, C y del complejo B, disminuye la depresión…el consumo moderado del vino está asociado a múltiples beneficios para el organismo. Conócelos aquí.
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Previene la pérdida de la memoria Según una investigación realizada en Noruega, beber vino moderadamente mejora el funcionamiento cognitivo, particularmente en las mujeres, e incluso podría ayudar a prevenir la pérdida de la memoria y la demencia. Estos efectos podrían estar relacionados con la presencia de antioxidantes en el vino, que podría ayudar a reducir el riesgo de un declive cognitivo a medida que envejecemos.
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Corazón saludable Un estudio de la Universidad de Calgary, Canadá, demostró que el consumo moderado de alcohol puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Creina Stockley, representante del AWRI, asegura que las personas que consumen vino, particularmente acompañado de comida, tienen al menos un 30 por ciento menos de probabilidades de desarrollar problemas del corazón, lo que podría deberse a los efectos positivos del alcohol sobre los niveles HDL o colesterol bueno. De acuerdo a la experta, el vino rojo es ideal, siempre y cuando se consuma un máximo de dos copas al día, “beber más que eso puede causar un efecto contrario”, enfatiza.
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Te mantiene joven Está comprobado que los polifenoles de las uvas presentes en el vino tienen un poder antioxidante 20 veces mayor que el de la vitamina C y 50 veces mayor que el de la vitamina E. Además, está científicamente demostrado que renuevan y suavizan la piel, retardan el envejecimiento cutáneo, inhiben la generación de radicales libres, mejoran el retorno venoso y aumentan la vitalidad celular.
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Abajo la diabetes Un estudio de la Universidad de Salud Pública de Harvard realizado mujeres mayores de 25 años que consumían uno o dos vasos de vino al día demostró que tenían un 58 por ciento de probabilidades de tener diabetes tipo 2 y la obesidad, debido a su efecto inhibidor sobre la acumulación de grasas en los adipositos maduros.
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Podría protegerte del cáncer La piel de las uvas rojas y los vinos tintos contienen resveratrol, una sustancia antioxidante, que según estudios del Australian Wine Research Institute, AWRI, parece inhibir en un 20 por ciento el desarrollo de ciertos tipos de cáncer en los intestinos y pulmones, así como el linfoma de Hodgkin.