El sol es uno de nuestros aliados: nos provee de vitamina D y nos ayuda a animarnos cuando estamos tristes. Pero también puede resultar muy dañino y tener efectos perjudiciales para el rostro y el cuerpo si la exposición es muy prolongada. Para cuidarte, no comentas los siguientes errores.
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El protector solar caduca, usualmente doce meses después de su apertura. Fíjate bien en la fecha de vencimiento si se encuentra visible en el bote, sino siempre ten pendiente el momento en que lo abriste para que luego no lo uses sin que te proporcione el resguardo para tu piel.
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No creas que porque estás en la sombra te encuentras a salvo, se pueden recibir rayos UV por la reflexión. Así que de igual manera debes usar tu protector solar, incluso aunque estés en casa.
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El protector no permite que se dañe nuestra piel, pero aun así te permite broncearte. ¡No dejes de usarlo nunca!
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Debes cuidar tus ojos también, trata de utilizar gafas de sol tanto en los días despejados como también aquellos que están nublados.
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¿Cuánto es el tiempo necesario para mantener la vitamina D a los niveles recomendados? Lo ideal es una exposición diaria de 15 a 30 minutos.
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Deshazte de esas gafas en mal estado, si tienen muchos rayones es mejor adquirir unas nuevas, ya que pueden provocar deslumbramientos e intervenir en tu agudeza visual.
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La cantidad sí importa, ponte el protector solar suficiente para sacarle todo el provecho, sino notarás las consecuencias después.
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El sol favorece al envejecimiento celular, así que cuida e hidrata tu piel siempre, no solo cuando vas a salir a la playa.