Dora Raudales: la primera hondureña en alcanzar la cima del Everest

Dora Raudales se convirtió en la primera mujer hondureña en alcanzar la cima más alta del mundo, el Monte Everest, una travesía que completó después de 45 días. Fue en la madrugada del 20 de mayo cuando, con mucho orgullo, abrió sus brazos, saludó la montaña y colocó la bandera de cinco estrellas, representando a millones de hondureños.

Con mucho orgullo extendió la Bandera de Honduras en el Monte Everest.

“Esta es mi cara sentada a más de 6000 metros de altura, pensando si realmente había valido la pena sacrificar tanto para estar ahí ese día.... Al visualizar lo majestuoso del lugar donde estaba, pude finalmente comprender que aquel sueño que un año atrás plasmé en papel hoy era una realidad tangible, y que había pasado a ser de aquel pequeño porcentaje de personas que día tras día se levantan con determinación y disciplina para hacer realidad lo que se proponen, que no ven las limitantes solo las posibilidades, que sus sueños son tan grandes que son difíciles de comprender por los riesgos que los acompañan y aún así siguen adelante hasta verlos cumplidos”, señaló en sus redes.

En su camino, la hondureña escribió en sus redes sociales: “mis queridos Catrachos, mis hermanos mexicanos y todos mis amigos y familiares por todo el mundo, les pido me tengan en sus corazones, oraciones y plegarias para tener siempre la fuerza mental y física para subir el monte Everest y regresar con bien con mi familia”.

”Me siento completamente agradecida y bendecida de estar acá y realizar esta honorable y muy anhelada misión. Con su apoyo lo lograremos”.

Antes de afrontar ese reto, Dora tuvo un mes de preparación en Nepal, donde recibió todos los lineamientos y adaptación antes de sumergirse en la montaña

La hondureña se convirtió en la cuarta centroamericana en lograr este reto e ingresó en un selecto grupo de 635 mujeres que han escalado el Everest.

“Cada paso que he dado hasta ahora me ha ido transformando, no solo por lo que mis ojos han podido apreciar o por lo que mi cuerpo ha tenido que experimentar en cada ascenso, si no por todos los pensamientos con los que me he enfrentado aprendiendo a desechar los que no me sirven y concentrarme en los que son verdaderos y puros aquellos que me convierten en la persona que quiero ser”, expresó en sus redes sociales.

La hondureña contó con el apoyo de su esposo Allan Handal y de sus hijos para lograr este increíble reto.