Sor María Rosa Leggol
Nacida en Puerto Cortés, Honduras, el 21 de noviembre de 1926, y desde su más tierna infancia, esa tierra le insufló el noble propósito de aliviar las penas ajenas. Su legado trasciende las fronteras de Honduras, convirtiéndola en un auténtico ícono. Su incansable labor ha dejado una huella imborrable, tanto a nivel nacional como internacional. Con fervor y dedicación, impulsó numerosos proyectos asistenciales de gran envergadura, cuyos impactos perduran hasta nuestros días. Estas iniciativas no solo han transformado la vida de la niñez, la juventud y las familias, sino que también han fortalecido las raíces de comunidades enteras.